Invitado por una prestigiosa multinacional, acudí al Congreso Internacional "Crusade for Leadership" a celebrar en Malta, en su capital La Valeta. Ya en dos ocasiones anteriores había llegado hasta este archipiélago frente a la costa Libia por lo que conocía alguno de sus rincones. En esta ocasión, la organización del congreso nos reservó el Hotel Excelsior para ser la sede oficial. Durante tres días compartí los seminarios, conferencias y grupos de trabajo con profesionales de todo el mundo con los que intercambiamos conceptos de acciones globales en la dirección de empresas ante la situación de crisis imperante. Apenas hubo tiempo de alguna visita programada por la ciudad de La Valeta y alrededores por las dificultades logísticas para mover a casi 500 personas de todas las nacionalidades y credos.
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bandera del Congreso Internacional |
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vista de la Valeta . |
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calle de la Valeta |
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Catedral de San Juan |
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Catedral de San Juan |
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Puerto de la Valeta |
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Fuerte de San Telmo |
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Gran Hotel Excelsior |
El confortable hotel sirvió de organizado lugar de encuentro y Torre de Babel en el que tuve la agradable ocasión de conocer y charlar con el actor inglés Anthony Hopkins que se encontraba pasando unos días en el Excelsior. Puedo decir que se portó muy amablemente mientras mantuvimos una buena conversación sobre España, país que conoce bien aunque su perspectiva andaba un poco desorientada ante la realidad actual.
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con el actor Anthony Hopkins |
En la jornada de clausura, el acto especial consistió en una cena en un marco inolvidable como es el antiguo hospital de la Orden de San Juan de Jerusalén, de los caballeros Hospitalarios o de la Orden de Malta. En dicho hospital del siglo XVI el gobierno maltés ha construido el Centro de Conferencias del Mediterráneo aprovechando la amplitud del edificio. La Sacra Imfermeria tiene los mejores salones para eventos y la sorpresa que nos aguardaba era una cena de caballeros de Malta en la Sala de la Valette, antigua bodega del Hospital en la que caben hasta 900 comensales.
A nuestra llegada un imponente servicio de recreación histórica nos esperaba. Fuimos convenientemente vestidos para la ocasión con el peto de caballeros de la Orden y al frente de la recepción en las puertas del histórico edificio, se hallaba el mismísimo Gran Maestre Jean Parisot de la Valette, que rompió el cerco que los otomanos impusieron sobre la isla en 1565 e impidió que la estratégica ciudad cayera en sus manos, asegurando de esta manera la navegación de las naves de los reinos cristianos de la época, especialmente el Reyno de España, con Carlos I, a quién pertenecía el territorio. Posteriormente, Felipe II en coalición con el Papado y Dos Sicilias ganó la batalla de Lepanto.
El espléndido salón lucía iluminado por miles de candelabros y soldados, alabarderos, magos, malabaristas, gigantes, camareras de la época, músicos y todas las razas con la Cruz Blanca en el pecho formamos un collage atemporal en el que la cena sirvió de pretexto de hacer nuevas amistades. No voy a explicar lo obvio. Corrió el vino. Corrió la diversión. Las banderas se agitaban, ora la Media Luna, ora la Cruz de Malta, según la vehemencia del grupo. Fue larga la velada. Para algunos demasiado larga porque a la hora de volver a tomar el vuelo de regreso a los distintos países, pudimos ver caras que lo decían todo.
Las conclusiones del Congreso apuntan a que las soluciones a la situación son estratégicas pero pasan por la actitud de las sociedades a las que hay que presentar nuevos enfoques desde la política de unos gobiernos a los que las actuales condiciones obligan a renovar totalmente sus planteamientos. La economía ha de ser un instrumento de progreso, nunca de dominación.
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Jean Parisot de la Valette, Gran Maestre de la Orden de Malta en 1565 |
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acceso a la Sacra Imfermería |
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acceso a la Sala de banquetes de la Valette. Sacra Imfermería |
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Sala de la Valette. Centro de Conferencias del Mediterráneo. Cena de los Caballeros |
fotos E.Mateo
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