CRUZ NAVARRO, es licenciada en Bellas
Artes por la Universidad de Castilla la Mancha, cursando estudios de pintura y nuevas tecnologías en la Facultad de
Bellas Artes de Cuenca.
De sus exposiciones
individuales destacan, entre otras, las de Cuenca, Albarracin, Boltaña y en
la sala CAI Barbasan junto con la realizada en Ejea con su amiga Pilar Longás, que también expuso en el ECAD en el 2013, en la que ambas daban rienda suelta a sus conceptos sobre el paisaje, distintos pero confluyentes y en la que fueron acompañadas por Pepe Cerdá. Sus obras están en diversas colecciones como la Obra Social de la CAI, Ayuntamiento de Ejea y la Universidad de Zaragoza, Ha participado en numerosas colectivas, entre ellas la que se celebró en nuestro espacio con el título "Arte en Aragón desde 21 perspectivas". En la actualidad es profesora de Secundaria en nuestra Comunidad Autonómica
Ha titulado la de esta noche como PASAJES HUMANOS en un juego semántico por su similitud con paisajes, a la vez que proclama una revisión, una vuelta a lo humano. Las dos obras de 80x80 marcan estos mensajes; en el centro, el eslabón, la antítesis.
Parajes donde habita el alma -en palabras de la artista- con cinco reflexiones cromáticas de gran fuerza evocativa que son contraste con la otra serie de siete obras donde nos cuenta las incertidumbres, ausencias y primitivismo de lo humano. Son obras con ideario escultórico, no en vano Cruz Navarro manifiesta la influencia de Chillida y Oteiza, en las que busca el lugar de encuentro entre los materiales, un lugar de reflexión, pequeño territorio donde habitar, más cerca de Tapies o Canogar que del informalismo. Intenta que sus obras evoquen sensaciones cercanas a lo cotidiano usando materiales asimismo cotidianos como cuerdas, alambre, clavos, cera, goma laca, hierro y estaño.
Cruz nos dice que el descubrimiento de la obra de Lucio Fontana fue una revelación. Del Espacialismo de éste toma el reto de trasgredir el espacio físico de sus cuadros a modo del Manifiesto Blanco en el que Fontana sostiene que la materia, el color y el sonido en movimiento son los fenómenos cuyo desarrollo simultáneo integra el nuevo arte. Cruz Navarro se suma a este concepto cuando rasga, corta, hiere o clava en sus parajes humanos. Es esta una exposición valiente y sincera, impregnada de sensibilidad al servicio de una técnica consumada.
Como homenaje al mencionado Manifiesto Blanco de Fontana, el sonido en movimiento lo traen dos excelentes músicos, amigos y compañeros de Cruz. El músico, compositor, investigador del flamenco y autor de numerosas creaciones, Gonzalo Alonso, a la guitarra. En la voz, Sergio Sanz, folclorista y premio de Jota. Contrastes y fusión en una actuación exclusiva para esta ocasión.
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