La Villa de Bielsa es la cancerbera del acceso al Valle de Pineta, cara norte del Macizo del Perdido o Tres Sorores. También es frontera con Francia, a través del túnel de Aragnouet-Bielsa. Su origen medieval se remonta al año 1.191, cuando el Rey de Aragón, Alfonso II, concedió a Pedro Amilán, permiso para explotar unas minas de plata existentes en aquella zona y dando autorización para erigir villa, castillo y molinos a cambio del diezmo de la explotación del mineral. Posteriormente, en 1.445, sus habitantes le compran al Señor, Raimundo Montaner, la villa y el castillo con todos sus derechos para cederlos al Rey Alfonso V, con la condición de quedar unidos a la Corona a perpetuidad. En la Guerra Civil fué completamente devastada por los acontecimientos del frente y la batalla llamada Bolsa de Bielsa, en la que las tropas republicanas de la 43ª División detuvieron el avance de la III División Navarra del ejercito franquista, en 1938, para posteriormente y ante la inferioridad numérica, retirarse cruzando la frontera con todos sus pertrechos.
Hoy día, el tunel fronterizo permite un comercio vivo y un tránsito de personas y mercancias que han cambiado la economia. Sus tradiciones se reflejan en los famosos canavales de Bielsa, uno de los más antiguos de España, con claras reminiscencias a ritos paganos de la fertilidad. Se habla todavía el Belsetan, variante del aragonés.
El Valle de Pineta es uno de las más bellos del Pirineo, vertiente norte del macizo del Perdido. Al fondo del mismo, de carácter claramente glacial en V, en el llamado Circo de Pineta, se levanta el Parador Nacional deTurismo, en el que hace años, tuve la gran suerte de quedarme aislado por una gran nevada y fuí invitado del Estado dos días, con todas las instalaciones para nosotros sólos. Lamentablemente, se abrió nuevamente la carretera y la estancia gratis se acabó. Desde sus terrazas podemos ver la gran cascada que se precipita desde lo alto del Lago de Marboré, alimentado, por poco tiempo parece, del todavía existente glaciar de Monte Perdido y Marboré, en clara fase de desaparición. Recuerdo desde estas líneas, a mi amigo Fernando Montserrat, "Modorro" para los íntimos, que dejó su vida en estos roquedales por un desgraciado accidente, escalando, en una maldita tempestad. que se lo llevó para siempre, aunque quedó su alma para vigilar desde las crestas que casi tocan el cielo. D.E.P.
fotos y texto de Eugenio Mateo
BIELSA Y PINETA. SOBRARBE
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