©HISTORIA MARCIANA EN
NAVIDAD
Eugenio Mateo Otto
El autobús avanza. Desde las ventanillas se ven guirnaldas y
luces de colores; entre frenazo y
frenazo los rasgos de los viandantes titilan al compás de los guiños de los
escaparates ¡Compra!, ¿Compras? El paquidermo rodado regatea en el tráfico
seguro de su poder y en el cristal veo el reflejo de un rostro que parece el
mío, no estoy seguro, hace tiempo que dejé de mirarme en los espejos. Otro
frenazo consigue que la imagen zozobre en mi zozobra, soy yo por tanto, y mientras me vuelvo a observar rebotan en
mis ojos otras caras, tan cercanas como ignoradas, compañeras de trayecto, poco
más; a lo sumo peso neto del vehículo. Están ahí, van y vienen, viajeros a
paradas asoladas por la guerrilla urbana del caos calculado, suben y bajan,
emergen del humo y desaparecen, como los lugares por donde transitábamos hace un minuto, camino del anónimo.
Una conversación se mezcla con otra, charlar por el móvil parece
requerir de buena voz, siempre que se habla por ese dichoso artefacto se grita,
es curioso. Un mismo techo, otros mundos; hombro con hombro conversan los hemisferios
y el eco de las palabras se desparrama a cuatro voces por la intrincada red de
la tecnología. Babel, dice la Biblia, es un castigo de un dios poco divino.
Babel es la incógnita, la llave de la diferencia, la evolución.
La voz de robot con las baterías bajas farfulla algo sobre la
siguiente parada; a la abertura de puertas la corriente carnal se filtra por
las aceras y nuevas pieles se suben al carro de la victoria con el frio de la
tarde en sus abrigos. Otra voz robótica manda pasar al final del autobús. El
chófer blasfema porque nadie hace caso. Los alientos se pierden el respeto y
las miradas no saben dónde esconderse. Ni siquiera me alegro de estar sentado,
me agobia el agobio, tengo que llegar cuanto antes a mi capsula espacial.
Para estar en Navidad las caras policromas no parecen
celebrarlo, son taciturnas, ausentes pero presentes en un día cualquiera. No
ríen más que lo harían otro día cualquiera ni padecen menos que otro día
cualquiera, pero hoy es Navidad, lo dicen todos los carteles, incluso por
encima de nuestras cabezas miles de bombillas de mil colores anuncian eso
mismo: que es Navidad. Babel se empadrona en Babilonia. Todo está en venta, el
bacanal luce escaso y los mirones no pagan por mirar las tetas de las vacas
flacas. Vamos todos como flanes en un sin dios de acelerador y freno. Estoy
llegando a mi destino pero conseguir la brecha necesaria para escapar no me
será fácil. Me tuerzo un pie al caer del estribo y el dolor se amansa con el
influjo del neón que se apaga y se enciende; menos mal que no se ha roto lo que
llevo en la bolsa. Cojeo, casi arrastro el pie para avanzar, llegar a mi
capsula es imprescindible.
Los sensores anuncian que estoy cruzando la exosfera, la ventanilla me refleja cuando
veo aquel planeta azul volviéndose más pequeño cada vez. Es hora de abrir el
paquete. La estrella brilla, está en perfecto estado. Me la vendieron para
colgar en la puerta o ponerla encima del perchero o sobre un árbol de
plástico, me dijeron que era polivalente. La reconocí enseguida, es Orix 23,
está cerca de casa. Es una estrella de mi constelación, de las más grandes y al parecer muy conocida
en ese planeta que acabo de dejar porque contaban que sirvió de guía a unos
reyes. Debe ser leyenda porque a tenor de los datos Orix 23 jamás varió de
órbita. Ellos no lo saben pero para qué desilusionarlos más aún si acaban de
descubrir lo cara que se ha vuelto la Navidad y están tristes y desorientados.
Hay titulares de prensa que en su compendio son una
enciclopedia. Como en el Día de Navidad no hay periódicos tuvo que ser al
siguiente cuando se publicó la noticia:
“Muere atropellado en la acera por una moto cuando descendía de un autobús
urbano en Nochebuena. En la mano llevaba un bolsa de papel vacía".
12.2012
triste historia de navidad ,, bien narrada ,,da para un corto de 15 minutos ,,bien
ResponderEliminarMuy original tu historia y bien argumentada. Un abrazo, Eugenio
ResponderEliminar...me regusta,...te felicito. Un fuerte abrazo y Felicidades !!!
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