El  pentagrama se nos abre como una  estela de notas silenciosas, a la vez tan
briosas como el compás  que guardan, y música y pintura se dan la mano para
trascender nuestros perfiles  de esfuerzo
y física. Somos el diapasón de la geometría que habita en el orden caótico del
sonido; el color es  instrumento que no
respeta reglas y provoca  la óptica ilusión
de los reflejos.
Joaquín Ferrer Guallar (Feguars) es alquimista
de fogón con llamas de colores. Guía los sentidos hacia  el 
sonido brillante de silencio, hacia los íntimos resortes que pueden
presentir la eterna canción de la búsqueda 
que suena en la melódica adicción de la memoria. Símbolos  y cauces por los que brota un aire fresco, de
amanecidas de derroches roncos y acordes misteriosos. Bailan juntos los
compases y las pinceladas, en una danza que incendia la retina para atender al
director de orquesta, paciente, entregado al ritmo, artista que esparce al
viento su diferencia frente a la tela, sobre el universo de una partitura que
no necesita ser oída.
Eugenio Mateo
Director del Espacio de arte Nazca
fotos Eugenio Mateo

ME PARECEN muy interesantes estos pictogramas , muy amenos y expresivos
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