Hace sólo un par de meses, el 13 de febrero, tuve la ocasión de presentar en Zaragoza, al maestro LORENZO OLAVERRI, pintor, filósofo, diseñador, profesor, ser humano extraordinario; la exposición en el E.C.A.D. traía su visión del mundo de los toros, otra de sus grandes pasiones y en esa ocasión nos acompaño Ricardo Vazquez Prada, periodista y escritor, que habló sobre el artista, que emocionado y humilde, como era, asistía a las palabras que Ricardo y yo mismo le dedicamos.
Venía de Madrid, de una exitosa carrera, para refugiarse en la tierra de su madre y poder recuperarse de una larga enfermedad, a la que estaba combatiendo con todas sus fuerzas, y que aunque un poco mermadas en lo físico, suplía con la rasmia de la ilusión y del coraje.
Se habló de él en la prensa y en la radio. Particularmente intuí que le llegaría el reconocimiento de manera inmediata y de vez en cuando nos hablabamos por email, que es una forma , como otra cualquiera, de relacionarse y pusimos por ambas partes los cimientos de una amistad.
En estos días le envié una invitación para asistir a la inauguración que tuvo lugar anoche, 6 de mayo, pero no acudió. Unas horas después, en un restaurante cenando con mis amigos, me encontré con la persona que le a¡yudó en el montaje de su muestra, y que ejercía la mejor misión de un camarada: ayudarle en todo, absolutamente, como si fuesen los brazos que LORENZO necesitaba fisicamente.
Me dió la mala nueva; Lorenzo ha fallecido hace unos dias, me dijo con el rostro afectado.
Desde este humilde blog quiero despedirle con respeto y dolor. No se merece la muerte tanta gente buena. Amigo, maestro, que pintes muchas almas donde vayas ahora. Te llevaré en mi recuerdo. Hasta siempre.
Eugenio Mateo.
7.05.2010
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