miércoles, 24 de abril de 2013

EL TALLER TEXTIL DE TRISTE EXPONE SUS TRABAJOS EN EL MONASTERIO NUEVO DE SAN JUAN DE LA PEÑA


El antiguo claustro del XVII fue totalmente remodelado dentro de la restauración del Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña que dio como resultado la Hospedería de Turismo del Gobierno de Aragón. El claustro, dotado de una magnífica superficie acoge exposiciones temporales de arte, en las que la luz es cómplice necesaria. Hay que reseñar la calidad de la programación por la que han pasado alguno de los mejores artistas aragoneses y en esta ocasión hemos podido ver una colección de piezas tejidas en el Taller Textil de Triste, herederas de la mejor tradición tejedora y que trascienden de la propia artesanía. Nuestros vecinos Marie Noell Vacher y Pepe Granados llevan desde 1982 trabajando en la recuperación de las antiguas técnicas de los telares con métodos absolutamente artesanales, al igual que en la búsqueda de tintes naturales que les han llevado a una ingente labor de investigación en su taller de Triste. Por razones de edad ambos han donado sus telares a la Asociación de Amigos de Triste para que sean los encargados de continuar su labor, que bajo ningún concepto debe perderse.

Varias de las piezas expuestas se inspiran en los forjados que lucen en algunos edificios emblemáticos de nuestra región.



                                                                    

                                                                  


                                                                       

                                                                                

                                                         














El Taller Textil de Triste desde su creación en 1982 se ha dedicado a trabajos de recuperación y enseñanza del conocimiento de la actividad artesana textil que durante siglos desarrollaron en Aragón múltiples generaciones de profesionales. Sus creadores, a lo largo de estos veinticinco años, han aprendido a aprender las profesiones a punto de desaparecer del hilado, el tinte y la tejeduría, recuperarlas y trasmitirlas. Siempre se han valido de las materias primas naturales del entorno, como fueron la lana, el lino y el cáñamo, incorporando también otras fibras como son el algodón y la seda. Los hilos, teñidos con plantas locales y con las mismas técnicas ancestrales, se convirtieron en los telares del taller en piezas únicas artesanales a imagen y semejanza de las que salieron de los obradores hoy desaparecidos. 

La máquina, por darle un nombre a los instrumentos usados por generaciones de aquellos artesanos son las mismas. Son telares horizontales de bajo lizo que se han copiado de los pocos que se conservan y han llegado pese a la carcoma hasta nuestros días. En especial y en algo de lo que se enorgullece el taller textil de triste es el telar de tiro, eslabón perdido de las maquinas Jacquard y que en Aragón se convirtió en autóctono, después de su llegada a manos de tejedores moros en siglos muy lejanos. 


Toda esta experiencia se ha aprovechado para incorporar el pasado a nuestros días y así contemporizar la moda, nuevos gustos y necesidades a una nueva producción siempre artesanal de piezas únicas, a gusto de una clientela distinta que ha llegado a nuestro taller












Fotos Eugenio Mateo

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