Mariano
camina a caballo entre la razón y la síntesis, así nos hablan sus obras y quizá
en su mirada se atisben las ganas de destilar sus propias conclusiones más aún,
desnudas de todo lo superfluo, en la esencia abstracta del mensaje, austero en
cromatismos y rico en reflexiones. El ser humano Mariano parece flotar en una
apariencia de sabio despistado pero sólo es una ilusión óptica porque sus ojos
esconden el brillo de una innata sabiduría de lo que le rodea. El artista
Mariano Viejo mantiene contra viento y marea su irrenunciable manera de
entender la pintura que usa como pancarta inequívoca de una postura de
fidelidad a sus conceptos más allá de los estilos o tendencias. Su carrera
empezó como un vibrante paisajista para después pintar los recovecos urbanos de
pueblos y ciudades. En ambas disciplinas fue merecedor de premios y
distinciones, pero su activa participación en el Colectivo Plástico de Zaragoza,
junto a artistas como Abraín, Larroy, Cano o Salavera, entre otros, define en
Mariano Viejo una actitud militante de acercamiento del arte a las clases
populares dentro de la total independencia de partidos o consignas y se
convierte en uno de los protagonistas del arte conceptual, demostrando que su
evolución es realmente un complejo proceso en el que la simplificación estética
pretende la sobriedad de discurso y cromatismo para lograr el equilibrio de una
sencillez que sin embargo nos inquieta al ponernos frente a frente a sus
incógnitas.
Las obras que podemos ver en esta exposición "Sueños del Pintor", esquematizan vibraciones en pinceladas de color que él mismo prepara en su alquimia secreta de la existencia como actor/espectador privilegiado. Mariano Viejo en estado puro.
detalle |
3 de Julio 2013
Sueño del pintor, Mariano Viejo
ECAD
Hola me llamo Antonio y he incluido un enlace a este post de tu blog para ilustrar un comentario del mio. Si no estas de acuerdo, házmelo saber.
ResponderEliminarUn saludo.