domingo, 19 de junio de 2011

LA AMANITA CESÁREA. Seta de los Césares.

 Amanita Cesárea. Nombre vulgares: Oronja, Amanita de los Césares, Yema de huevo, boleto rojo y huevo de rey.

 Es una de la setas más bellas que pueden recogerse, ya sea por los vistosos colores naranja-amarillo, ya sea por la forma ejemplar de los carpófaros, pues tiene todos los atributos de la Amanita llevados a su máximo grado. Ya era conocida por los antiguos romanos, que la consideraban un manjar y le daban el nombre de "boleto", término que aún permanece en alguna denominación dialectal. El sombrero es muy carnosa y teniendo inicialmente forma hemisférica, luego puede aplanarse; brilla con un color que va del rojo vivo al amarillo oro. Es liso,débilmente estriado en el borde con ranuras más bien cortas. Las laminillas, de color amarillo claro al principio, luego se vuelven amarillo-oro;están muy apretadas, son anchas de superficie, gruesas y redondeadas hacia el pie. Tiene las aristas membranosas y denticuladas. El pie, que lleva un vistosos anillo caído, tiene el mismo color de las laminillas, es ancho pero no muy bulboso en la base, envuelto por una volva blanca gruesa, separada con bordes quebrados que sobresalen y se mantienen firmes durante largo tiempo. La carne es amarilla y no tiene olores particulares, a no ser que se produzca en ella alguna alteración que se inicia abajo, en la volva, y entonces despide un olor a huevo podrido.

                                                       foto Jose Antonio Porcel. 8 de junio 11








 Es una seta considerada muy rara en los países del norte, a partir de determinada latitud, y que puede presentarse en zonas mediterráneas más abundantemente que otras especies, por sus preferencias hacia los climas isótermicos. Puede crecer desde finales de agosto hasta diciembre en bosques soleados en encinas, hayas, castaños pero también en pinos y abetos, en medio de las matas, del pasto y en las florestas. Se la encuantra en los Pirineos,Meseta Central, Levante, Andalucía y Extremadura.







 Es comestible por excelencia y puede prepararse de todas las formas establecidas por la cocina micólogica. Cruda puede cortarse en rodajas y presentarse en ensaladas conjuntamente con otras verduras. De cualquier modo, friéndola es como mejor se aprecia su sabor.




Puede adquirir grandes dimensiones y su aspecto carnoso no lo tiene ninguna otra seta con laminillas. El sombrero puede alcanzar un diametro de 16-18 cm.




Las condiciones climatológicas de esta primavera nos han permitido recolectar algunos ejemplares de gran belleza y rotundidad.


Texto Ediciones Nueva Lente
fotos  Eugenio Mateo

1 comentario:

  1. Una maravilla de la naturaleza... el sábado pasado recogimos algunas igual de hermosas en el Moncayo.
    Un saludo
    Mariano Ibeas

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