Las grandes obras han formado siempre parte de los sueños de los políticos de turno. Ninguno deja pasar la oportunidad de realizarlas, aunque sea un despilfarro, aunque su futuro no esté definido. Muchos serían los ejemplos a los que podríamos acudir; pero no nos parece un tema vital para un debate cultural. El museo Pablo Serrano ya está construido, es una inversión sin vuelta atrás.
La mayoría de los museos de arte moderno han nacido en épocas más bonancibles que la actual, ocupan espacios rodeados de entornos peculiares; pero, además, deben destacar sobre ese entorno, cuando la estrategia de la posmodernidad parecían ser la de confusión con el paisaje, la mayoría de los museos modernos destacan sobre el suyo. Parecen exigir un dinamismo especial ¿Es este el anuncio del arte como espectáculo? ¿Acaban siendo una apuesta por las creaciones efímeras? Los grandes espacios, diáfanos, esperan acoger obras monumentales imposibles de mantener en espacios cerrados, imposibles de trasladar.
ERIAL EDICIONES.
Revista CRISIS.
En la tarde de hoy, 30 de noviembre, se ha celebrado en nuestra ciudad, en el Colegio La Salle Gran Vía, un interesante acontecimiento cultural, con motivo de la presentación de Erial Ediciones. Bajo el lema "Pablo Serrano: El museo en el mundo de hoy" el grupo Erial ha desarrollado una mesa redonda con eminentes ponentes para debatir y aportar sus puntos de vista sobre el tema. Moderados por Victor Jergo-Toma, Máster en Gestión del patrimonio cultural, intervinieron: Luis Beltrán Almeria, catedrático de Teoría de la literatura en la UNIZAR, Manuel Medrano Marqués, doctor en Historia y profesor de arqueología en la UNIZAR, Concepción Martinez Latre, Coordinadora Sección Etnografía del Museo de Zaragoza, Llatzer Moix, redactor jefe adjunto a dirección de la Vanguardia y citíco de arquitectura.
Luis Beltrán planteó su escepticismo sobre ciertas tendencias de muestras artísticas que exceden sus motivos. Vino a contar de exposiciones, carentes de contenidos creativos válidos, que se apropian de ideas ajenas o que utilizan como vehículo artístico, simples prendas de ropa por el mero hecho de ser de una marca de moda. Tales manifestaciones pseudo intelectuales consiguen una enorme difusión mediática mediante la complicidad de grandes museos de arte contemporáneo que las usan como herramientas de proyección y mera propaganda o publicidad. Comparó el edificio del museo Pablo Serrano con un edificio agresivo que impone su presencia en un entorno urbano que queda por debajo.
Manuel Medrano destacó en su ponencia diversos aspectos sobre el Pablo Serrano: El concepto estético que sustentó el proyecto de su construcción fue aceptado por las Instituciones olvidando las expectativas de la propia ciudadanía, supuesta destinataria de tal obra. La dimensión del vacío que se recibe en la visita a las salas temporales. La necesidad de desarrollar y promover la exposición pública de los fondos patrimoniales de arte contemporáneo del Gobierno de Aragón. La escasa programación. El uso de las estadísticas de visitas.
Concepción Martinez aportó unos datos acerca de una circunstancia. En el último diez por ciento del tiempo total que la humanidad ha vivido, se han construido el setenta y cinco por ciento de los museos de todos los construidos hasta ahora. Comentó que a partir de la democracia, toda ciudad que se precie, dispone de un museo de arte moderno; a partir de ahí se pone en valor la estrategia de captación de turistas basada en esa instalación. Aboga por los museos pequeños que como pequeñas ermitas comparten espacio con catedrales, ajenos a las alturas del Poder, reductos de todas las artes.
Llatzer Moix ironizó con la excelentes relaciones entre los arquitectos estrella y los jefes de gobierno autonómicos, alcaldes,etc. Asistimos a la realización de macro edificios sobre los que se carecen de previsiones para su mantenimiento y viabilidad, pero prevalece el rédito político en el momento oportuno. Con un estilo ameno y directo, el periodista catalán nos contó detalles sobre las aventuras museísticas de las ciudades españolas a partir de la irrupción del Guggenheim de Bilbao en el panorama urbano nacional. Sus conocimientos sobre la arquitectura dieron como resultado unas reflexiones jugosas y llenas de contenido.
Tras varias intervenciones de los asistentes se dio por terminada la mesa redonda.
Nuestra reflexión como Grupo Erial Ediciones, después del acto, nos lleva a salir fortalecidos de este primer reto público, habiéndonos demostrado que la revista Crisis es un lugar susceptible de compartir diálogo y opiniones en torno a una mesa, ponentes y oyentes; o a través de las páginas, pensador y lector frente a frente.
crónica y fotos E.Mateo
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