-No te preocupes- me digo- sólo
van de farol.
-¿Pero las bases también?- Y enseguida me viene la instantánea de que las
bases solo sirven para bulto, a la vista de lo que hay.
Me tranquilizo. España no se
rompe. Al menos de momento. ¿Ad maiorem gloriam Dei?
Cataluña ha desarrollado una sutil
filosofía que viene a corroborar que el que más reclama, más obtiene. No se le reconocen mayores méritos que los
que puedan tener otros territorios que conforman el Estado aunque en algunos, como en el caso de Aragón, la opinión de tan escasa
población no mueve montañas; ni siquiera
cabeceras de prensa. Los catalanes son reconocidos como sensibles sobre todo en
lo concerniente al dinero o al menos eso dice la leyenda y la importante
cuestión de la independencia se maneja con desparpajo por aquellas tierras. Si
nos fuéramos a creer todo lo que se dice resultaría que Cataluña es el ombligo
del mundo, occidental por supuesto. Han desarrollado la técnica de la difusión a
tal nivel que sólo queda envidiarles por su eficacia en extender, fuera del
círculo tradicional, un neo catalanismo de origen diferente y de matiz
eminentemente económico.
Ayer se celebró la Diada en la que se reivindicó
multitudinariamente el afán de segregación de una nación que ha sido “oprimida” desde el principio de los
tiempos y en la que se honra la figura de aquel prohombre que se enfrentó a las
tropas del rey Felipe V defendiendo los intereses de otra dinastía. No tiene nada que ver que el mártir al que se
festeja acabara sus días retirado en su finca de Sant Boi con el perdón del rey
vencedor de la complicada, por sus ramificaciones internacionales, Guerra de
Sucesión, a pesar de su postura en defensa
de la Corona de los Austria, española al fin y al cabo. Esta parte de la
Historia de España, que se puede consultar en cualquier enciclopedia no sujeta a dictados interesados, se tergiversa porque convienen
los héroes de leyenda, que es un buen remedo para los que no saben de Historia
precisamente porque se empapan de una que no dice todo lo ocurrido. Rafael de
Casanova se llamaba el prócer y blandió la enseña de Santa Eulalia, Patrona de
Barcelona. Y no murió en el sitio, como
se viene diciendo en algunos textos que estudian los alumnos. Murió de viejo tras ejercer
la abogacía después del indulto real.
estandarte de Santa Eulalia |
¿Qué celebran entonces? ¿La
inmolación del Conseller en Cap en la defensa de Barcelona
que en 1714, vísperas de la rendición, escapó disfrazado y herido? ¿La revolución del pueblo para conquistar la
independencia de Cataluña? ¿La pérdida
de su estatus de Principado independiente como consecuencia de la invasión por parte de Castilla? Dado que estos supuestos son entelequias, el fin que se persigue hay que buscarlo entre los manuales de la propaganda.
Como pretexto puede valer. Como
símbolo no. Me quedo con pretexto.
Fíjense en el momento histórico
actual. España está grave, enferma de desencanto y abulia. Sobre todo pobre. El
tinglado se hunde y claro, los dirigentes de esa Comunidad que espira a ser un nuevo estado de Europa (el paréntesis que se abre en
esta cuestión da pábulo para muchas preguntas. La más gorda: ¿Qué haría La U.E.
si llaman a la puerta?) atentos siempre a lo que vuela, azuzan los sentimientos de bien pensantes que en
causa de sus respetables ideas reclaman la independencia. Un órdago, dirían los
madrileños, expertos en ese diabólico juego que se llama Mus. Un farol dicen
los que juegan al guiñote, más accesible para los no iniciados en ese proceloso
mundo del juego. Farol porque con el eco de la manifestación como telón de
fondo, sus dirigentes dicen que si España no acepta el pacto fiscal que han
pergeñado ellos solitos,
“fluirá incontenible la noble determinación
de declarar unilateralmente la
independencia de Cataluña”.
Hombre, como chantaje es bueno.
Si no nos sueltan euros, nos vamos a pedirlos a Bruselas. Nuestros vecinos han
sido siempre unos magníficos negociadores. Justo es reconocerlo aunque la prudencia es una línea muy delgada entre el delirio y la insensatez que convendría no perder.
Siempre se ha dicho que las
ratas son las primeras en abandonar el barco pero quiero dejar meridianamente
claro que no estoy llamando ratas a nuestros primos hermanos. Utilizo este
símil para tratar de ilustrar la situación de la
manera que todo el mundo
entiende. Es muy ramplón amenazar al Gobierno central cuando su debilidad es
manifiesta. Ramplón pero enrevesado. Maquiavelo dictó cátedra con sus teorías
sobre el arte de conspirar. El que le lea se
puede impregnar de sus tortuosas propuestas para conseguir el poder. En Cataluña
se lee, probablemente más que en el resto del eufemístico Estado de las
Autonomías. Y se nota. Vaya si se nota.
Por si alguien quiere ver en
mis palabras un tufo de rancio nacionalismo español aclaro que no hay tal. Por
mí que se separen mañana, u hoy si es preciso. Si creen que tienen derechos con su pan se los coman porque en realidad
ejercen hace años de estado soberano. Todo el paripé de acatar por imperativo
legal a mí no me sirve. Actúan como País. Lo utilizan con descaro creando
embajadas en el extranjero y se les permite. Arrinconan al idioma cooficial (el
castellano) a mero doblaje para visitantes mesetarios y castigan a todo aquel que en su fachada
dice Manuel en lugar de Manel. Y se les permite. ¿No será que los de "Madriz" ceden siempre para
que no despierte la bicha?
Si se van, o amagan con irse,
se les debe aplicar su misma medicina, la de las pelas. Supongo que existirá en algún sitio el inventario de las inversiones
realizadas en el territorio catalán desde que fuimos Corona de Aragón pasando
por la etapa del dictador cuando se vació media España para trabajar en las
fábricas catalanas o cuando los gobiernos socialistas se hicieron del Barsa y Ansar hablaba catalán en la intimidad. Tanto
te he dado, tanto me debes.
Elemental queridos Sr. Mas y Sr. Pujol, que como buen payes ilustrado se prolonga en su estirpe.
Vamos a hacer cuentas. El que deba que pague. Al que le deban que cobre. Sin
embargo, en lo que no deja de ser un simple hecho contable, la calculada ambigüedad
aplicada por ambas partes lo complica de manera exponencial.
En la actual democracia ningún gobierno, sin importar su color, les ha
plantado cara de verdad. No me olvido de aquel memo que llegó a ministro y casi a procesado,
que se empeñó en despreciar una ruta natural hacia Europa como es la travesía
central para el ferrocarril, castigando a un territorio siempre resignado, para
premiar a otro que acabará usando ésa conexión férrea para exportar sus cavas y
sus butifarras además de los manufacturados y las telas. Los que gobiernan ahora no son más
valientes, no se crean. Prueba de ello, ayer, en su primera entrevista televisada en directo (que
ya era hora) el Sr. Rajoy vino a decir, templando gaitas, que no está el patio
para algarabías. Casi se pareció a Pujol cuando decía “ara no toca”. Con estas
actitudes tan del gusto de la Orden de San Francisco que no piense el señor Presidente
que va a rebajar los ánimos de todos aquellos que dan la sensación de mirarnos
por encima del hombro sin reconocer que la mitad de su sangre es charnega.
Que se vayan de una vez si quieren pero
que empiecen a trabajar los interventores. En el fondo colea el asunto de un rescate barato para
pagar las lifaras de barretina y porró.
Como no se les contesta, agitan banderas.
Aixó es tot. Non hi ha mes motivació
per la confrontació.
Creo que voy a dejar de ocuparme del suelo patrio. Mi principal preocupación ha pasado a ser cómo llego a fin de mes. Me temo
que también les pase lo mismo a los que de verdad quieren ser independientes.
Tanto ruido para acabar todos
arruinados y como siempre, los políticos a lo suyo.
País…
Eugenio Mateo
12.09.2012
Eugenio Mateo
12.09.2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario