La umbría del bosque de las Hayas emanaba humedad de las últimas tormentas con las que la Gota Fría nos "obsequió" la semana pasada y la temperatura era ideal para imprimir el ritmo de ascensión. Se pasa por las cascadas de Arripas y de la Cueva antes de llegar a las Gradas de Soaso, sucesión de saltos y piscinas naturales en los que algunos aprovechan para meter los pies a riesgo de asustarlos con las frías aguas del deshielo. En los últimos repechos paralelos a las Gradas, emerge la silueta del gigante Monte Perdido y pronto el majestuoso valle glaciar del Circo de Soaso se muestra con las descarnadas moles calcáreas de dos de las Tres Sorores, esto es el Perdido y el Cilindro, superando con creces los tres mil metros. Este típico valle en U tiene la mejor vista desde los farallones de la Sierra Custodia, a los que se accede desde Nisin, camino de Góriz, y cuya observación describe la grandiosidad de este espacio sorprendente y majestuoso. Hoy, miramos desde abajo hacia la vertical presencia rocosa de Las Cutas y Custodia y casi sin darme cuenta, me acerco al fondo del Circo, donde se despeña la famosa Cola de Caballo, cascada con aguas trasparentes, justo debajo del Refugio de Góriz y de la que la gente bebía con avidez, aunque yo llevaba mi cantimplora con agua de las dos fuentes del sendero, que me dieron más confianza. Desde allí la senda asciende por una terrosa y empinada senda hacia las clavijas de Soaso, impedimento ligeramente técnico que lleva directamente al refugio. Hay otra opción de regreso que recorre la Faja de Pelay y la Senda de los Cazadores, de la que guardo un no grato recuerdo de aquella vez que aventuré por ellas a personas con poca práctica en la alta montaña con resultado de sustos suspendidos del vacío. En esta ocasión decido volver por donde he venido, con dos horas y media de paseo pero con la velocidad de bajada a tumba abierta que hacen que llegue a la pradera en una hora y media para desgracia de mis rodillas, que ya no son lo que eran.
Una buena cerveza fría en el bar del acceso a visitantes es una buena recompensa, aunque la mejor es gozar de esta naturaleza vibrante.
Acceso al Parque. Tozal del Mallo 2204 m |
Bosque de las Hayas |
Cascada de Arripas. Río Arazas |
Grasilla (Pinguiarla vulgaris) |
Botánica de Ordesa. Orquidea |
Pico Gallinero 2752 m. |
Tozal y Punta Gallinero |
Cascada de la Cueva |
Botánica del Parque Nacional. Malva |
Dcha. Sierra de las Cutas |
Las Cutas |
Gradas de Soaso |
Monte Perdido 3355 m. |
Ternero y moscas |
Madre e hijo |
Circo de Soaso |
El Cilindro 3328 m. |
La Francata |
Circo y Clavijas de Soaso |
Cascada de la Cola de Caballo |
Río Arazas y la Cola de Caballo |
Clavijas de Soaso, ascenso a Goriz |
Atardecer sobre el acceso al Parque Nacional de Ordesa |
Tozal de la Caña |
Monte Arruebo |
fotos Eugenio Mateo
Muy bonito, amigo.
ResponderEliminarRelato impresionantemente natural, hecho para perdurar como las imponentes montañas que toman cuerpo en él.
ResponderEliminarY de paso contentos de saber que estás en plena forma física, envidia de los jóvenes.
Victor Herraiz