domingo, 30 de agosto de 2015

AGÜERO, A LA SOMBRA DE LOS MALLOS


Siempre hay un motivo para llegarse hasta Agüero, plácido rincón cuyos majestuosos mallos son las últimas estribaciones de la Sierra de Santo Domingo, que se remata en la mole imponente de Peña Ruaba. Enfrente, separados por el Gállego, los hermanos gemelos: los mallos de Riglos. Los de Agúero son mas modestos en altura pero no menos abismales. Hay menos actividad escaladora pero no por eso deja de tener vías respetables. Bajo estas paredes del Terciario dormita al sol un rincón aragonés con el  sencillo encanto de las cosas armoniosas. Hemos publicado otros reportajes en este mismo blog, incluído el de sus carnavales, pero por cercanía con Aroa nos gusta pasear por su escenario. Tenemos buenos amigos por estos pagos: Los Berthón, profesores y artistas afables y eruditos, que cambian su París por  Bartosín, su recóndito refugio en pleno bosque y que aman la ancestral caza de la becada. Juan Tudela, uno de los mejores creativos publicitarios de Aragón y magistral ilustrador. Fernando Pelegrín, alias Peligrón, rey del desierto y aventurero con látigo, empresario y pintor. Y sobre todo nuestros entrañables José Luis y Carmen Álava, a los que la vejez  ha acomodado en la residencia de la tercera edad, de vuelta de una vida intensa.
En este Prepirineo arrogante y escarpado no se echan de menos las alturas del norte; donde viaje la mirada topará con naturaleza en estado puro: las grandes extensiones arboladas de pinos, robles y madroños conforman un mar verde y reposado; las aristas de vertical conglomerado invitan a los buitres a anidar y el volumen del espacio se armoniza en horizontes abiertos. La Historia no es ajena a su caserío y se dice que la reyna Doña Berta, ya viuda de Pedro I, ejerció el gobierno de un llamado Reyno de los Mallos, retirada en estos parajes. Hay dos presencias que llaman la atención sobre la importancia de esta villa en tiempos de la Reconquista: la iglesia románico-gótica de San Salvador y la ermita románica de Santiago, joya de nuestra herencia cultural.
Dejemos que las imágenes nos cuenten más cosas sobre Agüero.


Vista de Agüero y sus Mallos


Niño a mediodía







San Salvador


Portada románica y tímpano



Pantocrátor y los cuatro evangelistas









30 de julio 15
Agúero. Fotos:  Eugenio Mateo


miércoles, 26 de agosto de 2015

ESTAMPAS ARANESAS. VERANO 2015





OLE DE BASSA

CUMBRE DEL MONTCORBOU   

PUERTO DF VIELLA

PANORÁMICA DEL MIG ARÁN

MALADETAS

VAL DE RUDA

BERET  PIC DEL OSSO




TEJADOS DE BETREN DESDE CASA MATEO



Fotos: E.Mateo

ESCENAS DE UN VERANO MONTAÑÉS. HAUTE GARONNE Y VAL D'ARÁN


Era Val D'Arán, frontera francesa por Pont de Rei, últimos días de julio. Mientras en el Valle del Ebro las temperaturas son saharianas, en la vertiente norte de esta parte del Pirineo la niebla cubre los prados y bosques del puerto que asciende a la estación de esquí de fondo de La Mourtis, el Coll de Mente, famoso para los seguidores del Tour en el que se cayó Ocaña y dejó libre la victoria a Merck, en los lejanos días del año 1971. Los pueblos del sur de Francia presentan un aspecto dejado y decadente, con casas grises y aburridas pero con un paisaje frondoso. Nada que ver con el remozado y potente aspecto de los pueblos de Arán. Se podría hablar del mundo al revés, en el que los ricos parecen pobres y viceversa, en términos geopolíticos. Me viene a la memoria siempre el Sur como contraste.
Lo cierto es que ese día me apetecía un paseo por los bosques de hayas y robles de nuestros vecinos. Dejando atrás Saint Beat, a orillas del Garona, el mismo río que se desliza bravo junto a mi casa de Betrén, aguas arriba, tomé el puerto con curvas cerradas y un bien piso para enseguida toparme con la niebla. Una paradoja, pensando en los cuarenta y tantos de  mi tierra maña. Al llegar a la pequeña estación de esquí, la temperatura marcaba 13º, que ciertamente no invitaban al paseo. Unas fotos y regreso por donde había venido. Para colmo, la batería de mi cámara se murió y el socorrido teléfono móvil me salvó, al menos del documento gráfico escueto de una niebla de los mejores días del invierno. Cruzo de nuevo el Pont de Rei, por el que circulan coches galos que van a comprar al Boya, un gran supermercado en Les ( Baix Arán) que  surte de los víveres que necesitan a precios más baratos. Impresionante la colección de bebidas alcohólicas, especialmente absentas.



Nubes sobre Betrén

Saint Beat.  Haute Garonne
Estación de esqui de La Mourtis, Haute Garonne




Coll de Mente

Melles

De vuelta a Casa Mateo, en Betrén,  me entretengo en fotografiar de nuevo el imponente conjunto románico de Sant Esteve. Realmente es uno de los mejores ejemplos de transición del románico al gótico, del siglo XIII. Su portada, llena de figurillas que representan la vida del medievo, es magnífica. Mención especial a las ventanas de los ábsides que indican claramente la transición de estilos. Enfrente de la iglesia, un edificio civil muestra unas espléndidas ventanas góticas.

Casa de Betrén

Sant Esteve  XIII

Calle de Betren con el Montcorbau al fondo







Betrén. Puente sobre el Garona


fotos E.Mateo