domingo, 28 de junio de 2015

ARQUITECTURA LOMBARDA EN BOHÍ TAHÚLL. PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD


Mi ruta favorita para viajar desde Zaragoza al Valle de Arán discurre por la carretera que desde Graus, y pasando por Beranuy y el monasterio de Obarra, con el congosto del mismo nombre, asciende el Puerto de Bonansa a 1200 m., y desciende paralela al pueblo del mismo nombre (en el que nació el que fuera Presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias) para llegar al cruce con la carretera nacional de Lleida a Vielha, un poco más arriba de Pont de Suert. Estamos en la Ribagorza, donde la muga de Aragón con Cataluña se va alternando en la ruta.
En esta ocasión, a finales de un junio que se despide extremadamente caluroso, he querido volver a visitar el Valle de Bohí, en cuyo pueblo del mismo nombre, guardo un especial recuerdo de la Pensión Capdevila. He girado en dirección sur en el cruce de la nacional y antes de llegar a Pont de Suert, a la izquierda se abre la entrada a ese valle, que también es una de las puertas al Parque de Aigües Tortes. Se trata de visitar de nuevo las maravillosas iglesias románicas del valle. En Taúll, Sant Climent es la joya. Todas las iglesias de los pueblos de este valle son Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO, especialmente por los frescos de sus muros y las torres  de varios pisos, ejemplo de la arquitectura lombarda que se importó de la península itálica en el siglo XII, antes que el románico hispano evolucionara.
 En Tahúll, el foco de atracción de Sant Climent es su torre de 6 pisos, que guarda una clara influencia lombarda bizantina y que las hace diferentes de las habituales construcciones del románico aragonés, por ejemplo, y las pinturas al fresco de sus ábsides, hoy día guardados en el Museo Nacional de Cataluña, en el que destaca el Pantocrator del altar mayor. Lo que vemos son reproducciones, pero que dan idea de la riqueza estética y cromática, y por si quedara alguna duda de como lucirían en la época en la que fueron pintadas, se ha montado un esclarecedor sistema de video mapping  que ofrece al visitante el grandioso aspecto original que sobrecogería, sin duda, a los cristianos de la baja edad media, que  se postrarían ante un Cristo todopoderoso. Merece la pena el espectáculo.
En Bohí, la iglesia de Sant Joan, muestra las reproducciones de los frescos sobre la puerta que por su temática y color son clara herencia bizantina. Su torre guarda sólo dos alturas originales y es posterior la cúpula que se ve hoy día. Un detalle especial es la simplicidad de sus ábsides y puertas, simples arcos de medio punto que contrastan con la ornamentación en piedra de un románico evolucionado y tardío. La fábrica de los templos es rústica, sin ventanas y muros sin pulir. Sin embargo, las torres y los frescos hacen de estas iglesias catalanas del Valle de Bohí, distintas, incluso con las cercanas del Valle de Arán, de un románico más tardío, del XIII. Su consagración al culto data de 1123, por la inscripción que relata la visita de Ramón, obispo de Barbastro, para bendecirlas.
La cercanía a uno de los accesos al Parque Nacional de Aigües Tortes y al balneario de Caldas de Bohí hacen del lugar uno de los más visitados de la provincia de Lleida.
Por mi parte, asciendo hacia la Presa dels Cavallers, uno de los lagos artificiales más grandes del Pirineo, que refleja en sus aguas las afiladas agujas de piedra de tres miles como los Besinerris, pero eso es otro reportaje.




Puerto de Bonansa


Sant Climent, Tahúll,  año 1213
Pantocrator



Talla siglo XII


Proyección de video mapping










Pila bautismal
Sant Climent


Vista de Tahúll
ábsides lombardos de Sant Joan de Bohí

Sant Joan. frescos sobre puertas norte

Bohí

Besiberri

Torre de Sant Joan con sólo dos pisos originales

antigua muralla de Bohí




25 de junio 2015
fotos Eugenio Mateo

lunes, 22 de junio de 2015

RECORRIDO POR EL PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO

Era el penúltimo día de primavera y antes de que el acceso al Parque Nacional de Ordesa se complique, decidí que era buen momento para visitar de nuevo la maravilla de nuestro Pirineo. Con un día radiante y provisto de lo necesario para la excursión, llegué al aparcamiento del Parque con una buena presencia de vehículos. Iba a recorrer la ruta más transitada y por otro lado más cómoda y accesible, siguiendo el curso del Rio Arazas, cuyas sorprendentes cascadas jalonan el sendero invitando a ser capturadas por la cámara.
La umbría del bosque de las Hayas emanaba humedad de las últimas tormentas con las que la Gota Fría nos "obsequió" la semana pasada y la temperatura era ideal para imprimir el ritmo de ascensión. Se pasa por las cascadas de Arripas y de la Cueva antes de llegar a las Gradas de Soaso, sucesión de saltos y piscinas naturales en los que algunos aprovechan para meter los pies a riesgo de asustarlos con las frías aguas del deshielo. En los últimos repechos paralelos a las Gradas, emerge la silueta del gigante Monte Perdido y pronto el majestuoso valle glaciar del Circo de Soaso se muestra con las descarnadas moles calcáreas de dos de las Tres Sorores, esto es el Perdido y el Cilindro, superando con creces los tres mil metros. Este típico valle en U tiene la mejor vista desde los farallones de la Sierra Custodia, a los que se accede desde Nisin, camino de Góriz, y cuya observación describe la grandiosidad de este espacio sorprendente y majestuoso. Hoy, miramos desde abajo hacia la vertical presencia rocosa de Las Cutas y Custodia y casi sin darme cuenta, me acerco al fondo del Circo, donde se despeña la famosa Cola de Caballo, cascada con aguas trasparentes, justo debajo del Refugio de Góriz y de la que la gente bebía con avidez, aunque yo llevaba mi cantimplora con agua de las dos fuentes del sendero, que me dieron más confianza. Desde allí la senda asciende por una terrosa y empinada senda hacia las clavijas de Soaso, impedimento ligeramente técnico que lleva directamente al refugio. Hay otra opción de regreso que recorre la Faja de Pelay y la Senda de los Cazadores, de la que guardo un no grato recuerdo de aquella vez que aventuré por ellas a personas con poca práctica en la alta montaña con resultado de sustos suspendidos del vacío. En esta ocasión decido volver por donde he venido, con dos horas y media de paseo pero con la velocidad de bajada a tumba abierta que hacen que llegue a la pradera en una hora y media para desgracia de mis rodillas, que ya no son lo que eran.
Una buena cerveza fría en el bar del acceso a visitantes es una buena recompensa, aunque la mejor es gozar de esta naturaleza vibrante.


                                                                 
Acceso al Parque. Tozal del Mallo    2204 m
 
Bosque de las Hayas
Cascada de Arripas. Río Arazas
Grasilla (Pinguiarla vulgaris)
Botánica de Ordesa.  Orquidea
Pico Gallinero  2752 m.
Tozal y Punta Gallinero
Cascada de la Cueva
Botánica del Parque Nacional.  Malva
Dcha. Sierra de las Cutas
Las Cutas
Gradas de Soaso


Monte Perdido  3355 m.
Ternero y moscas
Madre e hijo
Circo de Soaso
El  Cilindro  3328 m.
La Francata


Circo y Clavijas de Soaso
Cascada de la Cola de Caballo
Río Arazas y la Cola de Caballo

Clavijas de Soaso, ascenso a Goriz
Atardecer sobre el acceso al Parque Nacional de Ordesa

Tozal de la Caña
Monte Arruebo


fotos Eugenio Mateo

miércoles, 17 de junio de 2015

FERNANDO AINSA RESEÑA EL LIBRO "HISTORIAS CON MUCHO CUENTO" EN CRISIS 7




                                                                   
   


Reseñas

 La polivalente diversidad de un “agitador cultural”, contador de historias con “mucho cuento”

 Fernando Aínsa


 El principal mérito de Historias con mucho cuento es la diversidad de estilos y temas que despliega Eugenio Mateo con singular eficacia en este libro tan original como desconcertante. Cada cuento es diferente: realista o fantástico; irrupción de lo anómalo en lo cotidiano; basado en una anécdota que se “desenrolla” (y no solo se desarrolla) por una acumulación de situaciones que la desquician desde un punto de partida banal o historia contada al modo tradicional; cuentos narrados en primera o tercera persona; irrupción de la vigilia en el sueño o del “doble” que parece escapado de una pesadilla (“El río”). Todo es posible en la polivalente condición de “contador de historias” con “mucho cuento” de este “agitador cultural”, como lo define Fernando Morlanes en el prólogo.
 Metamorfosis en “Acacio, el hombre árbol”; inesperado punto de vista de un perro revelado al final en “La ardilla y el mirón”; triste destino de los ratones atrapados en cepos (“Ratones”); un jabalí capaz de dialogar con un cazador en “El cazador cazado”; un monstruo ululante que no es más que un pobre ser aquejado de dolor de muelas (“El diaple malaostia”), las molestias que puede causar un mosquito nocturno en la habitación de un hospital (“Un mosquito en el hospital”), en todos estos relatos hay un toque de humor o de leve ironía que en “Tengo un fantasma de Okupa”; en “Fortunato”, “La visita” o en “Un escritor incomprendido” puede provocar una sonrisa. Algunos cuentos llevan la ironía al grotesco como en “El concurso”, donde un escritor escribe un relato con un personaje sordo para descubrirse al final, cuando es premiado, que el propio escritor también es sordo.
 La frustración de un vengativo homicida en “El argentino” o “El billete” que pasa de mano en mano —motivo muy conocido en la tradición cuentística— reescrito con un sorpresivo final, el envenenamiento presente en “Comed, comed malditos”, en “Maldita digestión” y en “Un cuento de otoño”, anuncian muchas otras truculencias en un volumen que se deja leer con sana alegría.
 La polivalencia de Eugenio Mateo se evidencia en temas donde otro tono y una tierna melodía de remembranza histórica, emergen con contagiosa emoción de sus páginas, como en “Los niños de Morelia han vuelto”: esos ancianos que vuelven a su aldea natal en España después de toda una vida en México donde fueron conducidos de niños al término de la guerra civil.

                                                       
 Eugenio Mateo sabe que un buen cuento debe ser redondo y estar cerrado en sí mismo; que su estructura no puede distraerse ni diversificarse, porque todo relato debe estar escrito con disciplina y ese sentido de lo esencial que ha ido depurando el género a través de los siglos. Su escritura está hecha más de despojamiento que de acumulación, porque sus cuentos son autárquicos y autojustificados, en la medida en que las referencias personales e históricas del exterior han pasado a formar parte de su textura y están gobernadas por las leyes internas del género. Mateo aprieta la materia narrativa hasta darle una intensa unidad tonal; vemos a unos pocos personajes —uno puede bastar— comprometidos en una situación cuyo desenlace tan rápido como inesperado aguardamos con impaciencia.

 Los cuentos de Mateo se perciben como totalidades individuales; “Fruto redondo, concentrado en su semilla”, al decir de Enrique Anderson Imbert van “al grano” y se traducen en un lenguaje prieto, en ocasiones hermético, donde por un doble proceso de condensación y filtrado de hábiles enmascaramientos, pueden aglutinarse múltiples sentidos y significaciones. Porque, aunque concentrado y cerrado, autónomo y creativo, sus cuentos son una estructura autorreflexiva, es decir, crítica de sí misma. Hay un trasfondo social y crítico en “La instrumentista” que transporta embutidos de contrabando en el estuche de un violoncelo y en “El retrato del infiel”, donde un escarbador de basura y desperdicios revela sin querer una infidelidad conyugal.
 El encadenamiento de circunstancias puede llevar a catástrofes generalizadas. Dos cuentos de Historias con mucho cuento —“La estación” y “Tarde de compras”— en la mejor tradición del relato “La autopista del sur” de Julio Cortázar, nos llevan desde un nervioso gesto inicial —la urgida búsqueda de los billetes para viajar en autobús o el brusco rechazo de una muestra de turrón en un supermercado— al desmoronamiento de una realidad que ha perdido su sentido.
 Con prólogo de Fernando Morlanes y epílogo de Juan Domínguez Lasierra, cada uno de los cuentos de Historias con mucho cuento está ilustrado por un artista que ha sabido sintetizar metafóricamente su esencia para añadir valor al volumen.


Crisis, Revista de crítica cultural nº 7.
pag, 115

domingo, 14 de junio de 2015

JOSÉ LUIS CANO, LA LEVEDAD DEL SOMARDISMO, EN LA AAAL. El Periódico de Aragón




José Luis Cano, la levedad del somardismo

El dibujante ofreció una charla organizada por la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro


  • José Luis Cano junto a José M. Hernández, Fernando Gracia, José Luis de Arce y José M. Serrano. - Foto: E. LAFUENTE
    José Luis Cano junto a José M. Hernández, Fernando Gracia, José Luis de Arce y José M. Serrano. - Foto: E. LAFUENTE
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14/06/2015
Dentro de los actos conmemorativos del 25 aniversario de la Biblioteca de Aragón, la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro invitó el pasado martes al sin duda predilecto hijo de Zaragoza con más chispa y gracejo que hubo y habrá por estos lares. José Luis Cano, inmenso genio "de profesión incierta" que dialogó con sordos en La Lonja al son de carteles de fiestas toreras y pilaristas, artefactos y xordiquetas, de murales al abrigo de Fortea y Gargallo, de magistrales viñetas en Andalán y este nuestro periódico, acudió a la llamada del presidente de la asociación, Eugenio Mateo Otto, para desvelarnos pildoritas y pildorazos de su próximo libro Breve antología universal del humor aragonés, un recorrido anecdótico y reflexivo por circuitos tabernarios y de extrarradio autobusero, delirante, sagaz e irónico recogiendo el inherente espíritu somarda que nos caracteriza como pueblo justo, breve y discreto mucho más allá del aragonés obvio, dilatado y fanfarrón que, como etnia centrípeta, sabe proyectarse también a la caza de fichajes extracomunitarios. Ser captador fino de personajes es lo que tiene, y Cano, tras deambular antaño por Paletonia al calor y olor de fablesos, andalinios y mudicios, ha decidido otorgar pasaporte aragonés y sin embargo somarda a todo aquel que reivindique el ácido valor del escueto y gestual tontotontomierdismo, nacido en Jamaica o en el Tíbet, haya filosofado hace siglos como Diógenes o Avempaceabuñuelando a Oscar Wilde o goyificando a un periodista de Ohio como Bierce. Escritores como Carmen Bandrés, otrora cronista parlamentaria, Hernandez Mostajo, pintores como Rosa Luesma y José Luis TomásAna Martínez del grupo teatral Juglarías , y tantos que disfrutaron junto a Eugenio Mateo, de la atracción del somardismo más atávico que Cano nos instala en el olimpo de los excelsos humores.






BIBLIOTECA DE ARAGÓN 25 AÑOS






martes, 9 de junio de 2015

BREVE ANTOLOGÍA UNIVERSAL DEL HUMOR ARAGONÉS. JOSÉ LUIS CANO EN LA AAAL



Breve Antología Universal del Humor Aragonés de José Luis Cano para la AAAL



Asociación Aragonesa de Amigos del Libro
     


    Breve Antología Universal del Humor Aragonés.

    Charla  de José Luis Cano

       Martes 9 de junio a las 19.30

      Biblioteca de Aragón




José Luis Cano Rodríguez. Zaragoza, 15-4-1948. Pintor, dibujante, humorista, escritor y teórico del arte.
Estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge (Barcelona), en el Estudio Rabadán (Zaragoza) y en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Forma parte del Grupo Azuda 40 y del Colectivo Plástico de Zaragoza. Crítico de arte en Andalán y colaborador en El Día. Realiza diseño gráfico e ilustraciones de diversa índole, como carteles. Son célebres varios de los que anunciaron las Fiestas del Pilar de Zaragoza (1980, 1982, 1985, 1987). Ha publicado chistes en El Día, El Periódico de Aragón y en Heraldo de Aragón. Una selección de las tiras de este diario fue recopilada en 2001 en el libro "Polvos y lodos" (Prames). Hay murales suyos en el Torreón Fortea y el Museo Pablo Gargallo, ambos en Zaragoza. En octubre de 2007 presentó su exposición pictórica Diálogo de sordos en la Lonja de Zaragoza, con cuadros fechados desde 1986.
Sus libros más reconocibles son las pequeñas ediciones de la Colección Xordiqueta, en Xordica editorial, que cuenta ya con 21 números, desde 1995, en los que biografía e ilustra a aragoneses destacados: Buñuel, Goya, el Papa Luna, etc. Que se complementa con otros libros, siempre de formato pequeño:
La tira de escritores 
La gran función de Luis Buñuel, cómic editado por el Teatro Arbolé en 1999,
El esquizoide carácter aragonés 
Zaragoza, libro publicado por Media Vaca en 2006, con 80 retratos de zaragozanos. Pero también ha escrito sus memorias, Una infancia de cine. Memorias de un paranoico (2001). Y ha ilustrado numerosos libros con textos de otros autores, el último:
El inventor de viajes / Textos de Irene Vallejo; ilustraciones de José Luis Cano, 2014.


En José Luis Cano se dan la mano el arte y la reflexión, el dibujo y la literatura, la ironía y la crítica. Es uno de esos hombres que extienden su quehacer por múltiples facetas, en todas deja la impronta de su gran categoría intelectual y humana. La charla fue un lujo, pues el autor vino a desvelarnos su próximo libro, salpicado de humor "somarda", aunque hay que precisar, en palabras del propio Cano, que no es igual que el humor baturro. Se puede ser perfectamente aragonés aún habiendo nacido en el Tibet, incluso "somardón" viviendo en Atenas, en la edad de Diógenes. Delirantes incursiones del autor por las conversaciones de autobús, cantera de su inspiración, y completa revisión de clásicos con tendencia a la "somardez", palabra que tambien se declina como "samarugez",  a decir de mi madre, monegrina.  Constatación irrefutable del éxito de Cano fue ver a la sala reír a mandíbula batiente.
Le agradecemos que siga aportando valor añadido al Premio Búho, que tan merecidamente posee, y su inestimable colaboración en nuestras actividades de la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro.






                                                                                     







fotos: Kike Lafuente

martes, 2 de junio de 2015

"LAS ESTELAS CÁNTABRAS" LIBRO DE RAMÓN CONEJERO



Título: Las Estelas Cántabras y el Mundo Invisible. (Tantin Ediciones).

Autor: Ramón Conejero García-Quijada.

Presentación:
-D. Eugenio Mateo
-D. Salvador Cóndor Güemes.
-D. Jesús Sainz Maza.


Fecha: 10 de Junio, miércoles, de 2015;
19:30-20:45 horas

Lugar: Salón de actos del Museo Pablo
Gargallo. Plaza de San Felipe, 3. Zaragoza



"Como han dicho otros críticos, el lector no debe de esperar una novela fácil y con estructura narrativa y con una cronológica clásica, sino un libro que requiere un esfuerzo mayor de lo habitual que el que requieren los libros que se presentan en El Corte Inglés. No digo esto con ánimo de ahuyentar posibles lectores, sino para atraer a aquellos que les gustan los retos.

    El estilo ha sido calificado de posmodernista, pero, por supuesto en mi opinión, tiene una cercanía con la poesía, con lo barroco y con el surrealismo donde a veces el contenido parece no tener importancia sino el sonido potencial de las letras y las imágenes que evocan las palabras y que éstas tienen una función que va más allá de su significado. Esto hace que el libro no se pueda calificar con exactitud como una novela ni como una colección de cuentos. Aunque tampoco es un ensayo, ni un libro de poesía, ni un libro histórico, ni un libro al uso de Camilo José Cela sobre la etimología de las palabras, en este caso de las letras. Sin embargo tiene algo de todo ello. Entonces, ¿Qué es? Pues no creo que tenga importancia. Podríamos inventarnos un término para definir un nuevo género o simplemente decir que es un libro que utiliza recursos de muy diferente orígenes, que sería probablemente lo más adecuado. Como los lectores estarán pensando, es un libro difícil de calificar pero hay algo que, para mí, lo define: el poder evocador de sus palabras y su capacidad para generar emociones y sentimientos".
Jesús Sainz Maza

lunes, 1 de junio de 2015

ERIAL EDICIONES EN LA FERIA DEL LIBRO DE ZARAGOZA




 
Por primera vez, vamos a participar en la feria del libro de Zaragoza, plaza de Aragón (del 30 de mayo al 7 de junio). Hemos editado tres libros excelentes y no podíamos dejar de mostrarlos en este escenario, en el que comenzaremos con nuestro último libro:
 
La sombra apetecida
Apéndice a la obra A la sombra del santo del día


José H. Polo firmará ejemplares en la caseta 40 de la feria (Espacio Ralo) el próximo día 31 de mayo desde las 18,00 horas
 
 Historias con mucho cuento
 
Eugenio Mateo firmará ejemplares en la caseta 40 de la feria (Espacio Ralo) el próximo día 4 de junio desde las 18,00 horas

Campo de ortigas

José Manuel Soriano Degracia firmará ejemplares en la caseta 40 de la feria (Espacio Ralo) el próximo día 5 de junio desde las 18,00 horas
Te esperamos