lunes, 14 de junio de 2010

CAN JEPET

Can Jepet.
CANDI & ALDO. Gerentes de Can Jepet

CANDI & ALDO. amigos

el gato JEPET, verdadero dueño

comida en el salón comedor. Monika, Fafa, Teresa, Jose,
Rosa, Alfredo, Sofia y Eugenio

recibidor y sala estar

pintura de Monika Grygier. alegoria a la vendimia

entorno y pradera de Can Jepet

piscina de la casa

entorno y escenario de la Batalla del Pasteral

grabado de la batalla. 1849



Justo en el lugar donde se levanta CAN JEPET, aconteció la Batalla del Pasteral, en 1.849, en la que 5.000 hombres, entre carlistas e isabelinos, se enfrentaron por la posesión del puente del pasteral, y en la que fue herido de gravedad, el general carlista Cabrera, Conde de Morella, también llamado el Tigre del Maestrazgo. Su huida a Francia significó el fin de la guerra de los Madrugadores o segunda carlista.

Hoy día, en la planicie que forma el Ter, a los pies de la sierra, en la Cellera de Ter, el lugar frondoso y fresco se vuelve acogedor y los latidos se ralentizan cuando por la pista te lleva suavemente hacia la casa. Es una casona de 1700, con los muros de canto rodado, que resisten el paso del tiempo con la obstinación de la piedra y la argamasa.

Cuando una asturiana y un argentino se unen, los resultados pueden ser sorprendentes, pero si además la asturiana se llama Candi y el porteño Aldo, como es el caso, el efecto es de éxito seguro. Ella creó la casa rural hace 10 años y conoce los secretos de la buena mesa y la sonrisa sincera. El, ha sido muchas cosas en la vida hasta llegar aquí, pero ahora espolvorea con su filosofía la actitud de cercanía ante el cliente, haciéndolo de la casa, de la familia.

Hemos comido estos días sumergidos en la cocina de la madre. Las patatas de Olot, el Matambre, el caldo, cocido a horas, el budín de gambas, el pollo campero, la tortilla de patata de verdad, la empedrat . La mano de Candi asoma en cada guiso, como sin querer, con modestia, con la sabiduría de lo auténtico. Aldo, hasta se permite el lujo de emplear carbón vegetal argentino, de Santiago de Lestero, para sus asados, lo que indica que todo el proceso tendrá la misma tradición, y cuando probemos el chorizo, las costillas de cordero o el costillar, después del tiempo conveniente, y aderezado con chimichurri, creeremos haber vuelto a la Pampa.

La decoración es confortable, con muestras de arte por toda la casa, incluso en las habitaciones; magníficos cuadros de Monika Grygier lucen en las paredes, como guiños de una Polonia extramuros. Los suelos de madera atemperan los pasos y la restauración de la vieja casa ha dado paso a una moderna casa de payes, a la que no le falta de nada. Un precioso porche de ampelosis, en el jardín, y una relajante piscina completan el escenario.

Veréis varios gatos, mansos y perezosos. Pero uno se quedará con vosotros, ronroneando por los pies, en busca de caricias. Es el amo.
Se llama JEPET.


www.canjepet.com
La Cellera de Ter . Girona. Comarca de La Selva
texto. Eugenio Mateo











junio 2010




















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