LA ERMITA DE LA VIRGEN DE LA PEÑA EN ANIES

capitel románico

farallón rocoso donde se asienta la ermita de la Virgen de la Peña

al fondo el cercano castillo de Loarre

panorámica de Anies y la Hoya de Huesca

la ermita, reconstruida en el siglo XVIII

bajo la roca, la casa del santero

hogar de la casa del santero. S. XVIII

tinajas de cerámica de Bandaliés. casa del santero

detalle de la altura desde la ermita hasta el camino abajo

el muro de la casa del santero no llega hasta la roca

tímpano románico, empotrado en el muro de la casa

detalle del tímpano. siglo XI

vista desde el camino

El lugar donde se levanta, más bien esconde, la ermita de la Virgen de la Peña, en la población de Aniés, en la Hoya de Huesca, tiene la leyenda, como en casi todos lugares de culto casi inaccesibles, que se remonta al año 903 y en la que se dice que un caballero del cercano castillo de Loarre que se encontraba cazando, descubrió una hendidura en la roca por la que hizo bajar a su criado, descubriendo, como una aparición, la figura de la Vigen, que tenía a sus pies la perdiz que estaba buscando. Existen vestigios de un tosco pero primoroso rómanico, como son el tímpano, que hoy día se encuentra empotrado en el muro sur del edificio que fue la casa del santero y que según el Padre Faci escribió en 1703, podría ser la imagen del anacoreta Fray Juan, que desarrolló si vida eremítica por los contornos. El otro vestigio es un capitel, resituado en la ermita barroca del siglo XVIII, cumpliendo funciones estructurales en el ángulo noroeste, que en las dos caras visibles, muestra las figuras de un hombre y un niño, con la misma fábrica tosca del tímpano y que parecen obra del mismo escultor. Ambos vestigios se suponen que formarían parte de la puerta original del primer templo.

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El lugar tiene el halo mágico que juega entre el precario equilibrio de lo inverosímil, donde el vacío forma parte del conjunto, ya que su construcción aprovecha las afiladas aristas de las peñas para desafiar las leyes de la Física. Desde esta atalaya, la vista es espléndida y la Comarca de la Hoya se prolonga en los llanos de Zuera e incluso, en un día limpio, la silueta del Moncayo enmarca el horizonte.

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La ermita de la Virgen de la Peña. Aniés. Huesca.
Fotos y texto de Eugenio Mateo