domingo, 27 de diciembre de 2009

PEPE CERDA. El oficio de pintar



EL OFICIO DE PINTAR


Pepe Cerdá es un tipo del que me gustaría ser amigo.

Transpira su figura un aura de hombre bueno que parece que está de vuelta de todo pero que todavía y sin embargo acomete el empezar,peregrino interior por sus íntimos caminos. Hay en su mirada una sutil retranca que destila un meláncolico escepticismo,dispuesto a creeer en nada o en todo si se lo propone.
Nos hemos visto muchas veces, incluso saludado y tenemos amigos comunes, también allá en Villamayor e incluso un buen amigo de su padre tenía en su despacho un cuadro que siempre, en los muchos años en los que lo ví, me gustaba por su rotundo poderío de un gran toro raptando a Europa y ese cuadro era de Pepe Cerdá, padre. Magnífico pintor y maestro
Le sigo, pues, hace años, con ojos convencidos. Dos de sus obras acompañan mi refugio.

Pepe, en sus cuadros tiende escaleras para entrar y acabas dentro sin remisión, como una pincelada más entre las miles, espectador testigo de lo inmediato.
El Palacio de la Lonja ha recogido un año de su actividad desmesurada con obras deliciosas y delirantes; si por delirio se llama a atrapar el aire de un instante y por delicia se nombra al sabor de lo bueno. Son piezas de pintor que sabe lo que pinta, trozos de su carácter, recuerdos especiales de su tránsito, señales de una búsqueda sin final
previsto.

Después de todo, sin él saberlo,hemos caminado por sus paisajes, repostado en las mismas gasolineras y detenido frente a los mismos escaparates, para acabar charlando con los retratos de sus amigos.
texto. E.Mateo Otto
fotografias obtenidas del catalogo de la exposicion
El Oficio de Pintar. La Lonja. Zaragoza. 9.10 al 22.11.09



























































































































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