Esta noche y para cerrar con honores la programación del Espacio Cultural Adolfo Dominguez en el 2010, les presentamos la exposición de los artistas CARMELO REBULLIDA, pintor, y ROGELIO OLMEDO,escultor, con sus últimos trabajos. La carrera de Rebullida es una de las más consolidadas y honestas del panorama artístico aragonés y Olmedo es un joven e inquieto creador que no dudó en hacer de la forja un arte rabiosamente expresivo. Los dos son aragoneses, los dos son amigos, los dos defienden postulados similares, como son conseguir en sus creaciones un mensaje directo a la imaginación sin renunciar a su libertad de plasmar el arte.
Rogelio Olmedo es un artista en la diáspora, aunque esta diáspora sea la isla de Mallorca, que no es un mal sitio para crear, incluso para vivir la vida. Desde 2008 ha presentado 9 exposiciones individuales. Es diseñador industrial por la Escola Massana y en esa ciudad, Barcelona, trabajó como tal y como diseñador gráfico en varios prestigiosos despachos, llegando a diseñar las papeleras para el Puerto Olímpico.Es becado por la COPCA para ir a Méjico y desarrolla diversos proyectos como los de creación de productos con técnicas indígenas mayas. Gana el primer premio Artesania de Aragón en 1998. Funda en Poleñino, en los Monegros, el taller de forja artística La Forja La Una con Raúl Sanz. De esa etapa salen importantes conjuntos de escultura como el Memorial a Manuel Gimenez Abad en Jaca, el proyecto escultórico-paisajístico "El Olivar de Sodeto" en Sodeto, Huesca, la intervención en el Museo del Viento de La Muela y otros más, que le dieron renombre y prestigio profesional. Hoy nos trae unas sugerentes esculturas en hierro forjado que a mi entender llevan una contundente carga de proclama y reflexión. Destaco el Minotauro, que es capaz de hacernos ver su derrota, su cansancio, su tristeza, que de un poderoso cuerpo emanan, como si el hierro sudara la angustia del gigante. O el fauno, con la postura de rebeldía en erección, provocador y vital. Cada figura encierra un concepto, que Olmedo nos lanza como un guante para retar nuestra atención. Complejas composiciones en las que la forja se atreve a domar el duro material para volverlas frágiles y sensibles. Enhorabuena Rogelio.
Contemplar un cuadro de Rebullida predispone a dejar volar la mente para que busque y encuentre, tantos mundos como sea capaz de abarcar en su vuelo, y con seguridad, todavía perderá algún detalle. Yo lo puedo decir porque en mis paredes se ofician, cada día, extraños ritos que provienen de cuadros con su firma, que siguen sorprendiendo a la mirada habituada. Del Rebullida ingeniero industrial queda poco. Del artista que se propuso serlo para dar rienda suelta a los impulsos que lo reclamaban, van quedando muchos artistas. Recordando sus primeras experiencias hay que mencionar al Grupo Zotal, creado en 1985 junto con Juan Sotomayor, Miguel A. Ruiz Cortés, Emilio Abanto entre otros más, que a pesar de su corto recorrido fué el embrión de grandes e innovadores artistas que encontraron en la Abstracción su motivo. Desde entonces Rebullida no ha parado de evolucionar. El gran Pepe Cerdá dijo de Él que es un pintor exacto e independiente. Sabe cuándo debe terminar un cuadro, con la exactitud precisa para no dar una pincelada más y de más. Independiente, porque conociéndolo, es obvio que Carmelo ha sido equidistante, manteniendo su posición a ultranza, sin dejarse llevar por éste o aquel interés. Siendo libre para crear lo que a él le gusta y honrado para no engañarse a sí mismo. Por eso evoluciona, porque es su mente la que lo hace, no su búsqueda del éxito. De un informalismo abstracto a un expresionismo étnico, pasando por un manejo de las texturas que ponen contornos a sus trazos. Los discretos y reverentes guiños a Paul Klee como en homenaje. La figuración que asoma por sus miedos a mundos sin futuro.
Me enseñó hace poco tiempo, la experimentación con nuevos colores y aquí tenemos el resultado brillando en sus cuadros. Podemos entrever un cierto atrevimiento juvenil en sus mezclas y composiciones. Rebullida está en ebullición, diría que como su alma, a punto de explotar en miles de artistas que viven en él. No estará conforme nunca con lo que pinta, por eso la búsqueda le obliga a adelantarse a sus propios pasos, para empezar de nuevo, como otro nuevo día ante otra nueva tela. Algunos no recordarán que en 1976,. fecha de tus comienzos, ya ganaste el primer premio de la XII Medalla de Arte de la Ciudad de Zaragoza. Su curriculum nos llevaría mucho tiempo y os quiero dejar con los artistas para que nos hablen sobre sus obras.
Texto de la presentación de la Exposición OLMEDO-REBULLIDA. 2.12.10
por Eugenio Mateo. Comisario de la Muestra y Coordinador del E.C.A.D.
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