Encadenan las semanas presentes olvidados,
han dejado los días de tener sentido,
los martes traen el rostro de un domingo
los jueves, de cualquiera,
las horas se suceden en la esfera de un reloj
donde no transcurre el tiempo
La puerta que ampara la memoria está entornada,
la silla, vacía,
por estancias desiertas se esconden los minutos,
y en tropel, los ideales huyen,
llevándose consigo secretos sin retorno
Mis pasos se disipan bajo el soplo de un segundo,
preludio del vacío que vendrá
para cambiar las estaciones por un caos inabarcable
de solsticios y equinocios
Tempus Fugit
©Eugenio Mateo
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