Con este reportaje sobre el trabajo y obras del polifacético artista MIGUEL SANZA, inauguramos una nueva serie de entradas en este blog que pretenden mostrar los lugares donde los artistas trabajan y crean: sus propios estudios. Podremos intuir detalles que posiblemente luego se oculten en sus cuadros, esculturas o fotografias. Le sorprenderemos un gesto hacia una obra más apreciada. Notaremos si su caos es aparente o fingido. Nos tomaremos juntos un café y dejaremos que la charla nos lleve por su arte. En definitiva, la idea es traer al ser humano que transita detrás de cada ego para comprender mejor al artista.
Miguel Sanza, de quien ya trajimos noticias, nos enseña que la luz domina su espacio, combinando el estudio con el gabinete de diseño y proyectos. Cuando habla de sus obras, se le nota que recuerda cada instante de su alumbramiento, como si sintiese haber tenido un parto, hasta el lugar donde encontró una vieja corteza de olma castellana o la rama que dió lugar al caballo. Sorprendente y cercano, es capaz de entusiasmarse con los piezas de selenita, pensando qué aplicación les aguarda. Buen artista. Mejor tipo.
texto y fotos. Eugenio Mateo
julio 2010
La verdad es que mi ego esta que se sale. Un placer entrar en tu blog y curiosear todo lo que en él escribes. un abrazo
ResponderEliminarEs muy acertado todo lo que dices de Miguel. Es una persona maravillosa y como artista le admiro. Un abrazo
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