Viella o Vielha, en aranés, es la capital del Valle de Arán. A pesar del crecimiento urbanístico y de la especulación, hay que reconocer que este lugar del Pirineo Atlántico ha sabido mantener el sabor y la autenticidad que siempre tuvo. En Vielha perviven rincones que permanecen anclados en el tiempo, en los que sus casas con siglos en los muros y muchas tempestades en los tejados, nos sorprenden en nuestro paseo, llevandonos a épocas que nunca se han ido del todo.
El casco antiguo se ha configurado como lugar de tapeo pues nuevos negocios hosteleros presentan las mejores propuestas de pinchos y copas, rescatando callejas y plazas que con el mismo aspecto de lo auténtico aranés, se llenan de viajeros y turistas. Una mezcla que hace de esta ciudad el mejor destino.
Obligada la visita al Museo de la Villa, donde etnografia y el mejor románico nos esperan. Viejas bordas casi en ruinas o casas del siglo XVII guardan sus secretos montañeses. Una espectacular secuoya, varias veces centenaria, merece una parada bajo su sombra. Vielha es un buen destino, cobijada por las altivas cumbres que la protejen. Naturaleza en su pleno esplendor.
Texto y fotos de Eugenio Mateo
agosto 2010
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