sábado, 15 de enero de 2011

REMOLINOS. LA RUTA DE GOYA Y DE LA SAL
































Remolinos es una población que dista de Zaragoza treinta y siete kilometros, poblada por 1.200 habitantes. Se encuentra en la Comarca de la Ribera Alta del Ebro, entre Alagón y Tauste. El pueblo llevaría una existencia plácida y tranquila al amparo de su agricultura en las tierras que lindan con el Ebro pero el destino ha querido que guarde unas excepcionales características. Por un lado, su iglesia parroquial de San Juan Bautista, de estilo neoclásico, fue terminada en 1782 y durante su construcción, el Genio Francisco de Goya, en su época de juventud, pintó la tercera de las series de los Padres de la Iglesia, cuyas dos anteriores se encuentran en Calatayud y Muel, que compuesta de cuatro lienzos ovalados, representan las imágenes de San Agustín, San Ambrosio, San Jerónimo y San Gregorio. Estos lienzos fueron pintados en torno al año 1773 y posteriormente en 1782, se incrustaron en las pechinas de la cúpula. En 1916, el pintor Ignacio Zuloaga extendió documento oficial de autenticidad de la autoría de Goya. Las pinturas que podemos admirar en Remolinos son las de más cuidada ejecución y de mayor calidad en relación a las tres series comentadas. De estética Rococó, Goya da prueba fehaciente de su gran calidad artística por el refinamiento y armonía cromática en los blancos, amarillos, verdes y carmines de los ropajes de pontifical, que destacan sobre el fondo azulado.

Otro monumento a visitar es el Santuario del Santo Cristo de la Cueva, del siglo XIV, que guarda una talla del Santo Cristo en madera de la misma época. Esta ermita santuario está excavada en los farallones de margas que ejercen de muralla del pueblo por el norte y que albergan, hasta casi Torres de Berrellén, los mayores yacimientos de sal gema de la península, merced a estas margas y evaporitas ( yesos,anhidritas, hatitas, etc) que desde el mioceno y por el fenómeno de evaporación/precipitación han conformado un yacimiento estratificado entre los yesos de un grosor de 6 metros de la sal más pura o sal gema.

Según parece los pueblos prerromanos, los suessetanos, ya explotaban las minas. Hasta se recoge una tradición que dice que los ejércitos cartagineses de Anibal, recogían aquí la sal para sus campañas. Lo cierto es que las minas de Remolinos, desde siempre fueron propiedad de gobernantes y reyes, como todos los de la Corona de Aragón. En la Edad Media se redactan documentos legales de explotación y monopolio pues los reyes aragoneses detentaban esa exclusividad del abastecimiento a todos sus territorios, mediante la construcción de almacenes a los que se llamaba Almudíes. No conviene olvidar el carácter estratégico de la sal, sobre todo como conservante de alimentos y primera necesidad para el ganado, por lo que estaba considerada como una de las principales fuentes de ingresos, vía impuestos, tasas, recargos y monopolios. Las minas  fueron propiedad de la Casa Real hasta 1888,cuando el Estado las subastó. Se guarda en la Biblioteca Nacional una crónica manuscrita por un miembro, de nacionalidad flamenca, del séquito que acompañaba al  Rey FelipeII en 1585,quien lo comisionó para visitar sus minas de Remolinos a propósito del viaje real por Aragón, Cataluña y Valencia. En el siglo XIX llegó a tener la población un destacamento muy numeroso de tropas con el fin de evitar el contrabando, al igual que ocurrió en las otras grandes salinas como las de San Fernando o de Torrevieja.

Hoy día, la mina María del Carmen, se compone de decenas de kilómetros de galerías, de 20 mtos. de ancho y 5,80 mtos. de altura,  por las que transitan grandes vehículos y máquinas de excavación. Cada día se extraen 15.000 toneladas diarias de sal, destinadas al consumo humano y animal, industrial y sobre todo para su uso como anti hielo para las carreteras de casi toda Europa, en función de su calidad. Con la de más baja categoría o más difícil de moler, se mezcla con agua y se deposita en unas grandes piscinas al aire libre, en las que después de dos años, se recupera para el consumo, apilándose en blanquísimos montones que pueden verse desde la carretera al pasar por sus inmediaciones. Hubo un plan de visitas guiadas que actualmente está interrumpido pero no sería desdeñable volver a ese original proyecto que nos permitiría una visita al centro de la tierra, o mejor dicho un viaje al fondo de la sal, pues en algunos tramos de sus galerías se observan unas formaciones esféricas o de estalatítas redondeadas de un gran impacto visual que nos dan idea de lo que guarda el subsuelo de nuestra tierra.

texto y fotos Eugenio Mateo

2 comentarios:

  1. ¡Madre mia , qué actividad ! Todos los dias de aquí para allá . Pero es que tu no descansas nunca o qué ? Tu amiga A.

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  2. A que parece que duermo dentro del caravan? jajaja

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