Ayer, martes 9 de Noviembre, fuí invitado a la conferencia de LUIS ALEGRE, " El mundo del Cine", que tuvo lugar en el Hotel Palafox, dentro del ciclo de actividades de la ASOCIACION DE SECRETARIADO PROFESIONAL DE ARAGON, A.S.P.A. y coordinado por su Presidenta, LOLA BERGA.
El polifacético Alegre, profesor de la Universidad de Zaragoza, escritor, periodista, presentador de TV, agitador cultural y director de cine, ofreció una interesante disertación, a la que siguió un animado coloquio, en la linea habitual de este hombre del cine, amena, variada, plena de información y cargada de reflexiones, que supo atraer la atención de los numerosos asistentes: asociadas de ASPA y algunos invitados masculinos.
Vino a decir que el cine español arrastra unas deficiencias históricas que han ralentizado su desarrollo pleno como Arte. Los años del franquismo, que lo convirtieron en escaparate de las consignas del régimen, impidieron, merced a una censura atroz y desquiciada, un cine de calidad, acorde con las posibilidades con que sin embargo contaba, como extraordinarios directores, actores y técnicos, pero que, o bien tuvieron que emigrar, como el caso de Luis Buñuel, o sufrieron una férrea presión que no permitió su proyección internacional como otros colegas del cine francés o italiano, caso de Berlanga, Bardem, Azcona, etc. Nos deberiamos hacer una pregunta: ¿que hubiese ocurrido a nuestro cine si hubiera tenido otro escenario para desarrollarse, teniendo en cuenta que la calidad de sus profesionales estaba al mismo nivel de la excelencia?. No se puede ignorar que a pesar del retraso en relación al resto de paises con una gran industria del cine, se han ganado varios Oscar y premios en los más prestigiosos certámenes y el nombre de actores y directores, como Penélope Cruz, Javier Bardem, Pedro Almodovar, Alejandro Amenábar, Fernando Trueba, etc.etc, son portadas de revistas, con el reconocimiento mundial a su trabajo.
Sin embargo, la industria es endeble si la comparamos con otros Cines. La crisis se ha cebado con la cinematografía y la gente cambia sus preferencias a la hora de pasar por taquilla. La competencia del Cine Americano es agobiante, con unas reglas de juego éticamente insoportables, imponiendo las cuotas de pantalla a los distribuidores con métodos que pueden ser llamados, sin pudor, de puro chantaje. El doblaje de las películas ha sido otro de los graves errores, aunque en principio impuesto por la dictadura como sutil método de censura, (no olvidaremos la confusión de los espectadores de los años 50, cuando en Mogambo, el trio amoroso se resolvia con incesto encubierto), no se ha podido o sabido cambiar ésa práctica que elimina la personalidad y matices de los actores, al verse suplantados por la voz impersonal del doblador, privándolos de la fuerza de su interpretación o emoción del plano. En países con películas subtituladas se ha potenciado el conocimiento de los idiomas, en el nuestro es una asignatura pendiente de difícil solución.
Su pronóstico, en respuesta a una pregunta que le dirijí al respecto, sobre el futuro de la industria del cine en España es optimista. Deben de cambiar los conceptos, reconociendo que salvo alguna superproducción, los hábitos de los espectadores demandan cine espectáculo, por ello será complicado conseguir que la mayoria de las películas puedan ser rentables para los productores y distribuidores. El público objetivo es cada vez más jóven, tiene otras opciones de medios audiovisuales, por tanto los guiones que no sean capaces de ofrecerles algo diferente, no tendrán cabida en las salas de proyección. La tecnologia digital abarata sensiblemente los costes y los circuitos de nuevas películas están en Internet. Hay que resaltar el apoyo que las cadenas de televisión dan al cine, como medio de inversión en producciones propias que luego tendrán difusión en la pequeña pantalla. Es partidario de las subvenciones a jóvenes talentos como medio de incentivo. El futuro no matará al Cine Español, solamente le cambiará las formas de llegar hasta nuestras emociones.
Eugenio Mateo
fotos y texto
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