Como una imagen vale por mil palabras me he permitido bajar unas cuantas fotos,necesarias para comprender el acontecimiento del sábado 26 de julio, en su totalidad y confiando no cansar demasiado vuestros ojos.
El hecho fue la invitación que nos hizo Miguel Angel Arrudi para celebrar una comida en el Refugio de Ibonciecho a la que nos apuntamos Mariano Longás, Manolo Ara, Yelina, Sofía Sierra y yo mismo.
El día, espléndido, no pudo ser mejor, pues por la ubicación del refugio y su altura a 2000m., la panorámica que tuvimos fue increíble y la temperatura ideal, sobre todo pensando que en el llano la gente se estaba cociendo. No faltó nada pues de la sabias manos de Sofía aparecieron unas ensaladas tan ilustradas que parecían de Salamanca. El Arrudi tenía la brasa preparada cuando llegamos, despuès de una vertiginosa ascensión de más de media hora con los todoterrenos por una buena pista, no apta para miedosos. Manolo y Mariano habían comprado la carne y longanizas en Escarrilla y el pan en Lanave. Perfecto. Para regar todo unas cuantas botellas de vino, el más joven del 99, ¡ que se puede añadir !
Las pruebas aquí están, el lugar donde Arrudi se refugia se puede ver, claro, después de una caminata de más de tres horas desde Sallent porque la consabida cadena lo aconseja. No me extraña que de la inspiración que tiene este nido de águilas, surjan consiguientes locuras, como querer volar, anotar los horarios del vuelo de las aves o jugar al golf empleando de hoyos a las marmotas y a las vacas de caddies. ¡ Que te dure la suerte, amigo !
26.7.09 Eugenio Mateo
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