jueves, 14 de abril de 2011

EL REFERÉNDUM SICALÍPTICO

 El significado de sicalípsis es el de malicia sexual, de picardía erótica y libidinosa. Los sinónimos de referéndum son plebiscito, votación, sufragio. Tenemos pues una definición: Dícese de la consulta popular  sin validez jurídica pero con muchas ganas de joder.


 Conociendo a nuestros vecinos y sabida su reputación de perder poco el tiempo, resulta chocante que se tomen tantas molestias pero sobre todo tantos GASTOS en montar estas patochadas o pantomimas, a sabiendas que sus resultados van a ser los que son, absolutamente paranoicos y demoledores, curiosamente en contra de los objetivos aparentes que les llevan a convocar estas parodias de plebicisto.

 Por ello, sabiéndoles fieles a  su astuta idiosincracia, no debemos perder de vista los efectos que puede tener la aparente "boutade". La trampa no es permitir que voten los menores de edad a partir de 16 años, cosa que la legislación de nuestra democracia no permite; ni siquiera que se deje votar a los extranjeros, que precisamente por serlo, la Constitución impide; tampoco la trampa está en adornar la consulta "popular" con rellenos, llamamientos y soflamas independentistas; mucho menos está en que repartan papeles de malos o buenos: Ciu no parece estar muy de acuerdo pero sus dirigentes se fotografían "votando"; los de ERC junto con el neopopulista y mejor portador de la barretina con seny, a la sazón proveniente de las filas conversas del "fumbol", quieren ya una Asamblea Nacional Catalana; los del PSC, zaheridos y confusos, sin poltronas ya, no saben no contestan; conviene recordar que bajo el triunvirato, perdón tripartito, se organizaron numerosas consultas por todo el territorio autónomo. El pueblo no entiende que a pesar de la tramoya, no se diga claro qué  se pretende con  este tipo de votaciones, en las que los que participan marcan claramente la linea del sí , pues  votando el  20% es exactamente ése el porcentaje de los que quieren la independencia a toda costa. El otro 80% de los ciudadanos pasan, o simplemente no están de acuerdo con la consulta. Hilando más fino, si del 20% restamos los menores de 18 y los neocharnegos, no sabría decir en qué se queda

 Pero eso no es lo que importa. Esas no son las trampas, solamente son el queso. La auténtica estrategia es la de ser noticia en las cabeceras del resto del mundo. Que en España, a los ciudadanos normales todo esto nos parezca un tema menor, les beneficia. En el resto del mundo, al que llega la sombra alargada del Barça, tienen que hacer calar la ídea de que el estado opresor español coarta los derechos de Catalonia de ser una nación, y conseguir la empatía de los que poco o nada saben del detalle es muy fácil. Esa es la trampa que se llevan entre manos, entre tanta amabilidad y tanta demagogia, los buenos señores que se excitan con la sardana, que es un baile pausado y sosegado.

 Siempre supimos que no tirarían de bronca y de violencia porque no las necesitan además de  no ser su estilo, pero hemos aprendido que cuando los dirigentes nacionalistas quieren algo, acaban mareando la perdiz. Quieren independencia y no pararán de intentarlo con métodos sibilinos, aún a pesar de que la  mayoría de sus gobernados no la ven ni posible ni rentable; sin involucrarse. Lo saben tan bien que si sospecharan que los del no también quieren  jugar a referéndums se cuidarían muy mucho de provocarlos. Dirían aquello de: "Ara no toca".

 ¡Bendita mayoria silenciosa, cuántas cosas se hacen en tu nombre!

Eugenio Mateo Otto

1 comentario:

  1. Muy bien traído que decía mi abuelo. Pero el nacionalismo, ___el catalán, y todos los nacionalismos__ en genral es un aenfermedad infecciosa; los ultimos del siglo XX se llevaron por delante una docena de millones de europeos que se entremataron entre sí con gusto y gana, y con la yuda de invitados, les EE.UU. por ejemplo, que a su vez siguen interviniendo, que a su vez...
    Y siguen y siguen con la extraña manía de clasificar al mundo entre "NOS/otros" y VOS/otros", o sea "Yo" y "la gente". ¡Qué fatiga por favor! Las piedras para fabricar muros y las palabras para arrojarlas como armas arrojadizas...
    Yo de este mundo quiero bajarme, en cuanto pueda.
    Mariano Ibeas

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