miércoles, 2 de mayo de 2012

BOTÁNICA PRIMAVERAL EN LA GALLIGUERA

Este año la primavera está siendo recatada; apenas asoma y sus colores destellan sobre un escenario falto de riego hasta estos días recientes. Las flores son pocas todavía pero sus semillas ya saben volar. En un preludio de lo inevitable, antes que la luz estalle en mil colores,  el milagro recobra su prestigio para informar de un regreso esperado. La GALLIGUERA, las tierras del Gállego en la Hoya de Huesca, se viste de primavera con amarillos, azules, blancos, y esparce aromas de vida renacida.

La flora de esta parte del Prepirineo, además de rica por el conjunto de plantas silvestres, dispone de una especie endémica. Se trata de una variedad de geranio llamado ERODIUM GAUSSENIANUM. catalogada como sensible a la alteración de su habitat y que crece en el Prepirineo central, entre Biel y Riglos, en el Reyno de los Mallos.  


Pero lo que tiene este geranio de raro y especial, lo tienen las demás flores de universos humildes pero efímeros, auténticas y sin embargo perfectas en su abundancia. El monte es un refugio donde se cobija lo delicado. El aire huele a pétalos pioneros que preceden a la florida marea que aguarda todavía en los capullos dormidos. La mano amiga del sol procederá al ritual de hacer florecer lo agreste. Las tierras que baña el Gállego aprestan sus lindes para ser de nuevo el tapiz donde vuelan las abejas.

foto Javier Conde, Erodium Gaussenianum
                                                                    


































fotos Eugenio Mateo


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