Con esta fulgurante portada de la artista MARGÓ VENEGAS, ya está disponible para ser degustado el número 126 de la Revista EL POLLO URBANO, correspondiente a Mayo
Ya se sabe que hay muchas clases de pollos: El hacinado que convive con otros treinta compañeros por comedero, de carnes blancas y antibióticas que les hacen salir plumas a los niñ@s y llena de hormonas a los travestidos, sean de natural o de clases pasivas. El de corral, así bautizado por el marketing, cuya única característica es que es amarillo, color que al parecer estimula el autoengaño y que debe, no al panizo, sino a los aditivos químicos del pienso -luego existen-. Hay otros que llegan a menos- a comensales, no por autoestima- que son de corral. ¿Donde han ido a parar aquellos corrales de nuestra infancia, en casa de nuestra abuela en el pueblo, que servían de excusado al aire libre mientras pollos y gallinas esperaban impacientes nuestros detritus? Éstos de corral, si tienen el marchamo de calidad de familia o amistad, son muy buenos, tanto que se debería fusilar a quien los haga rustidos (de asar al horno). Pero nuestro Pollo es especial. Capón; aunque todavía no lo han capado,-que no será porque no lo intentan-, juguetón y chulo; de poderosos muslos correteadores y un pico que igual escarba en la mierda que se ceba en casposos cueros cabelludos. Incansable y ufano de tener su propio campo donde avizorar sus presas, casi siempre gusanos o reptiles. Se sabe especie en extinción pero que le quiten lo "bailao". Mientras, iremos voceando por botellones y zonas en conflicto que ha salido el Pollo.
¡Ha salido el Pollo, OIGAN! ¡El POLLO URBANO! ¡Y no tieeeeene desperdicio!
Si en este pais funcionase el Pullitzer a la sátira y el periodismo de trinchera, el Pollo sería un ganador seguro.Ánimo y no os dejéis capar
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