viernes, 29 de octubre de 2010

LA COMARCAS DE VALDEJALON Y ARANDA. TIERGA. MORATA.MESONES





                                                                     

















Teníamos una cita pendiente hace un tiempo. Mi amigo, el artista Paco Lucia, me había invitado a visitar su casa en Tierga, para ver las pinturas y bocetos en los que anda ocupado. Además hicimos planes para ir a buscar setas. De manera que, a la vista del pronóstico meteorológico, quedamos en firme. Para allí me fuí.

En la autovía de Madrid, pasada La Almunia y el Puerto de la Perdiz, se sale en dirección a Morata de Jalón. Esta población se encuentra ubicada en la Comarca de Valdejalón y en la edad media se llamaba Morata de Lodes.Tiene restos de la muralla del siglo XII. El conjunto monumental más importante es el formado por el Palacio de Arguillo, la iglesia de Santa Ana y el ayuntamiento con la Torre del Reloj. El Palacio, perteneciente a los Condes de Morata, fué construido por Juan de Marca, de estilo barroco italiano. Lo más original de su fachada es el alero con figuras de atlantes y cariátides. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983 pero su estado es preocupante y urgen medidas de rehabilitación.El título del Condado de Morata fué comprado por un rico comerciante zaragozano, D. Francisco Sanz de Cortes, a los Fernandez de Luna, señores de toda aquella comarca.

A un kilometro se encuentra Chodes, que tiene una plaza, llamada Ochavada, de ocho lados, con veinticuatro casas, todas iguales, tres puertas abiertas a los 3 puntos cardinales y la iglesia que sería Norte. Es la plaza más original de Aragón y fué mandada construir por los Condes de Morata y Marqueses de Villaverde a Juan de Marca.

Arándiga, el siguiente pueblo, pertenece a la Comarca Comunidad de Calatayud. Su castillo árabe es siglo IX y está en restauración. La población, conquistada por Alfonso II, fue cedida por éste Rey a D. Pedro Gimenez de Osca en 1118.

Siguiendo el itinerario, llegaremos a Mesones de Isuela, con su impresionante castillo, originario de 1175 y donado a la Orden del Temple por Doña Sancha de Abiego. En el siglo XIV pasó a mano de los Fernandez de Luna.  Antes de su muerte en 1382, D. Lope Fernandez de Luna, Arzobispo de Zaragoza y Capitan General del Reyno en las disputas fronterizas con Castilla, le dió el aspecto actual, uno de los más impresionantes castillo palacio medievales aragonese, de piedra de sillería. Tiene visitas guiadas y desde sus almenas y sus 6 torres, podemos ver la panorámica del Moncayo con los puertos de Beratón al fondo.

Finalmente, cuando todavía la rosada de la mañana no había desaparecido, llegué a Tierga, mi destino.Esta bella localidad fue en el siglo IV A.C. una ciudad estado celtíbera, llamada Tergakom, que incluso acuñó moneda propia prerromana. La razón de su importancia, incluso bajo la dominación romana, fueron sus minas de hierro, explotadas aún en la actualidad. En la edad media fue uno de los dominios de los Luna, quedando un vestigio escaso de su antiguo. Destaca la iglesia de San Juan Bautista con su impresionante torre múdejar del XVI y una bella galería renacentista con arcos sobre su entrada principal. 

Aquí me esperaba mi buen amigo Paco Lucia, que libremente ha decidido llevar en este lugar una vida de recogimiento en la que da preponderancia a su inspiración, su huerto y sus gigantescas higueras. Apenas viene a la ciudad y según me contó, en Tierga ha encontrado la paz. Como buen anfitrión, había quedado con dos amigos de allí, Angel, un prejubilado de la Seat de Martorell, que también se refugió por allí y Lorenzo, un vital lugareño que a sus 73 años, se mueve en quad, como un jovenzano inquieto.Ellos eran los encargados de acompañarnos a los "cados seteros" aunque lamentablemente la estación todavía no nos dejó encontrar nada de nada en unos bosques que tienen que ser la bomba en plena campaña. Como no hay mal que por bien no venga, el paseo nos abrió el hambre y Lorenzo propuso una lifara en su bodega, con la condición de probar sus vinos, que él mismo hace. Unos esplendidos guisos de setas de cardo y unos tomates de su huerta sirvieron, junto con el buen jamón, para dar la medida a los vinos, que por prudencia de conductor, limité al maximo. Angel, el catalán, que se iba al día siguiente a Marruecos, se empeñó en que el café y los orujos, iban de su cuenta en su casa. La hospitalidad de ambos me hizo difícil la decisión de marchar, pero compromisos me obligaban. A la tarde, Paco me enseñó la casa, justo al lado del río Isuela, que fue molino en la antiguedad y en la que nació un ministro de Franco, D. Severino Aznar, que llevó el agua y la luz a su pueblo, durante su mandato. Decidimos los cuadros para su futura exposición en el E.C.A.D. Me regaló una gigantesca hogaza que encargó de propio para mí al panadero, unos tomates de su huerto y unos membrillos. Por él, me hubiera traido medio huerto.  Tengo una cuenta pendiente, que es volver a preparar una comida con los tres, de nuevo. No se olvidará el compromiso.

fotos de E.Mateo



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